A pesar de los muchos avatares sufridos en este último año, las obras de rehabilitación y consolidación del Alfar de Pedro Mercedes de la capital conquense afrontan ya su recta final, y, de hecho, su actual ejecución ya ronda el 70 por ciento.
Aunque el plazo inicial se había fijado en los 12 meses, que se cumplían precisamente ahora en octubre, los distintos hallazgos arqueológicos, los habituales imprevistos de cualquier obra y, por supuesto, los efectos de la pandemia se han hecho notar en el normal desarrollo de los trabajos, por lo que la Comisión Ejecutiva del Consorcio Ciudad de Cuenca del 8 de septiembre acordaba ampliar el plazo de finalización hasta enero de 2021.
No obstante, su gerente, Daniel León, ha asegurado a Las Noticias de Cuenca que confía en que finalmente las obras concluyan en poco más de un mes, antes de Navidad, a tenor del buen ritmo de los actuales trabajos.
No en vano, ante esta posibilidad León indica que ya se está trabajando en la coordinación con la empresa Ares Arqueología y Patrimonio Cultural con el fin de que la musealización se lleve a cabo lo antes posible una vez concluya la rehabilitación y consolidación de todo el complejo del alfar, que conlleva una inversión del Consorcio de 610.948 euros.
Rehabilitación
Actuación que hasta el momento ha conllevado la consolidación y rehabilitación de las dos plantas de la vivienda de Pedro Mercedes, así como del propio alfar, aunque en este último la intervención haya sido “lo menos invasiva posible con el objeto de mantener inalterable su aspecto original y, de esta manera, el público pueda conocer cómo era realmente el lugar de trabajo de un genio como Pedro Mercedes”, aclara León.
O con la demolición de los restos aún en pie de las cuatro viviendas adyacentes, que forman parte del complejo de este alfar y que en su momento fueron ocupadas por alfareros y oficiales del taller, y que, tras su reconstrucción, se han convertido en una serie de dependencias, que se pondrán a disposición de los vecinos del barrio de San Antón para albergar todo tipo de actividades.
En total, entre las estancias museísticas, el alfar propiamente dicho y los nuevos espacios vecinales, este complejo cuenta con un total de casi 750 metros cuadrados de superficie últil.
Un nuevo recurso que, a juicio del gerente del Consorcio, servirá para que la ciudad de Cuenca salde su deuda con este insigne y reconocido artista conquense inmortalizando su arte, al tiempo que se convierta en una herramienta ideal para mostrar al público en general cómo era un alfar tradicional conquense y, por supuesto, homenajear a una profesión tan arraigada a la tradición y la historia no solo de la capital, sino también de la provincia.
Todo ello sin olvidar, según recalca, que puede contribuir a revitalizar un barrio tan pintoresco y característico como el de San Antón, que en los últimos años se ha caracterizado por una inusual actividad cultural, que es digna de apoyar y fomentar.
No es de extrañar, en consecuencia, que tilde esta intervención como “muy importante para la ciudad”. Una actuación que, por cierto, se centra en la actualidad en tareas de revestimientos, pintura y diversos ajustes y remates de las distintas instalaciones, como luz, agua o calefacción. Tareas con las que, una vez concluidas, se dará por finalizada la obra civil y se dará paso a la musealización de estas dependencias, que tienen como finalidad convertirse en centro de estudio y difusión de la cerámica tradicional.
De ahí que, además del recorrido museístico por los difererentes espacios y el alfar original de Pedro Mercedes, también se contemple la realización de talleres de cerámica en la planta baja de la vivienda de Pedro Mercedes, donde antaño molía y preparaba la arcilla, pudiendo no solo modelar tu propia pieza, sino, incluso, cocerla en horno.
Cada vez, por lo tanto, está más cerca de ser una realidad este proyecto de Museo de Pedro Mercedes y Centro de Interpretación de la Alfarería Conquense, tan perseguido desde hace tantos años, y que, sin lugar a dudas, va a ser un atractivo más de la capital conquense, en esta ocasión, no solo para los vistantes, sino también para los propios conquenses.
