El obispo de Cuenca, José María Yanguas Sanz, ha decidido suspender la celebración pública de misas con asistencia de fieles en todos los templos de la Diócesis a partir de este domingo y en tanto se mantenga el estado de alarma decretado por el Gobierno central.
En un comunicado, se detalla que se suspenden también las celebraciones sacramentales como bautismos, matrimonios, primeras comuniones, confirmaciones o celebraciones comunitarias de la Penitencia.
Asimismo, se suprimen en toda la Diócesis todas las celebraciones públicas de piedad, tales como Vía Crucis, retiros, conferencias o charlas cuaresmales.
Las exequias se celebrarán de una manera simplificada en los cementerios o tanatorios, reservando para un tiempo posterior la celebración de la misa.
En los conventos de clausura se podrá celebrar misa con la comunidad religiosa, cuidando lo dispuesto en las medidas dictadas por el Gobierno en relación con la actual crisis sanitaria.
Los sacerdotes deberán estar disponibles para atender pastoralmente a los fieles, de manera especial a los enfermos.
Los lugares de culto quedarán abiertos en el horario que los responsables de los mismos consideren oportunos.
Se recomienda a los sacerdotes la celebración diaria de la misa a puerta cerrada, en privado o con algunas personas de su libre elección tal como se ha sugerido desde la Conferencia Episcopal, recomendando que la ofrezcan por las personas fallecidas y enfermas.
