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San Mateo 2023

“Nunca pensé que pudieran hacerme un encargo de esta índole”

Fiel a su estilo, el ceramista Rubén Navarro ha plasmado mediante diferentes técnicas la esencia de la fiesta matea
“Nunca pensé que pudieran hacerme un encargo de esta índole”
Foto: Saúl García
17/09/2023 - Paula Montero

Con ilusión y mucha alegría al principio, pero con mucha responsabilidad una vez asumió la noticia y fue consciente de la repercusión e importancia de la tarea. Así ha afrontado el ceramista conquense Rubén Adrián Navarro la tarea de ser el cartelista de San Mateo en este 2023. Una petición que le pilló totalmente por sorpresa y para la que ha tenido que encerrarse en su taller durante una semana para darle forma a la idea y hacerla realidad.

Su primer planteamiento fue crear una pieza cerámica para mantenerse fiel a su estilo, pero viendo el poco tiempo que tenía para hacerlo barajó también hacer un cartel que combinara diferentes técnicas artísticas como el collage. Una idea que pronto descartó para volcarse de lleno en la creación de la placa de gres que ya ha visto la luz. 
 

Aparecen un maromero, una corredora y la vaca bajo los rascacielos de San Martín

Creada por él mismo desde cero, en la placa de color ocre ha plasmado a un maromero, una corredora y la vaca, figuras que aparecen deformadas y con una estética surrealista como seña de identidad del autor. Todo ello, además, está enmarcado por los rascacielos de San Martín, que están impresos en la plancha de gres mediante una técnica conocida como fotocerámica. Aunque parezca que no, todo está hilado y esa alusión al ‘skyline’ conquense hace referencia a los amigos del artista pues es en ese enclave donde pasó sus primeros ‘sanmateos’ con ellos. “Es un homenaje a un par de amigos que ya no están con nosotros y aunque no es el recorrido habitual para mí ese lugar tiene mucho significado”, asegura. Si bien es cierto que ha dejado plasmada su estética habitual no solo en las figuras deformadas, sino también en los motivos florales de la vestimenta de la corredora, así como en el suelo ajedrezado, aunque no sea un pavimento habitual en el escenario de San Mateo. “Es mi manera de verlo y los colores simplemente los he elegido por estética”, asegura. 

Eso sí, ya ha pasado de vivir la fiesta matea en el barrio de San Martín y en la Peña El Burladero para disfrutarla de una manera “más sosegada”,  junto a su familia, para “mostrarles a mis hijas qué es y cómo funciona la fiesta para que aprendan a quererla y respetarla”, comenta. Si bien, este año vivirá cuatro días inolvidables porque “nunca pensé que pudieran hacerme un encargo de esta índole y sin duda será un San Mateo especial para mí”, asegura.