Un nuevo curso académico ha comenzado en la Universidad de Castilla-La Mancha y el Campus de Cuenca tiene una larga lista de ambiciosos objetivos por cumplir.
Redactar el Plan de Estudios de Ingeniería Biomédica, implantar un nuevo máster en Gestión Sostenible de Empresas Turísticas, analizar el futuro de UFIL, abordar la llegada de 2.000 nuevos funcionarios de prisiones, potenciar la matriculación de becas Erasmus y Sicue, recuperar el programa de ‘Español para extranjeros’ y reducir el gasto energético son algunos de los retos que el vicerrector de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social, César Sánchez Meléndez se ha marcado para el curso 2022/2023: “Este es un año de transición hacia proyectos de gran envergadura. De momento parece que este será el curso de la vuelta a la normalidad tras la pandemia y el inicio del curso siempre es ilusionante”, destaca.
TITULACIONES Y MÁSTERES
Por ahora, una comisión de trabajo se encarga de sentar las bases de Ingeniería Biomédica, la nueva titulación que acogerá la Escuela Politécnica de Cuenca y que, si todo va según lo previsto, tendrá el visto bueno del Ministerio de Universidades a principios de 2023 para abrir el periodo de matriculación en junio del mismo año. “Se está trabajando en un Plan de Estudios que se adecúe a las necesidades del mercado laboral”, reitera Sánchez Meléndez.
Además, en esta misma ubicación acaba de aterrizar el nuevo máster en Prevención de Riesgos Laborales que se imparte de forma online.
También un máster de Gestión Sostenible de Empresas Turísticas aterrizará en el Campus de Cuenca en los próximos años ya que la Agencia Ejecutiva Europea de Educación y Cultura ha concedido una subvención para su implantación.
COLABORACIONES
En cuanto al Centro Nacional de Estudios Penitenciarios, en este 2022/23 llegarán a Cuenca alrededor de 2.000 nuevos funcionarios y desde el vicerrectorado ya están trabajando con la Secretaría General para organizar las clases. “En un Campus que habitualmente tiene 4.000 estudiantes, incluir otras 2.000 personas es todo un reto”, asegura Sánchez Meléndez.
Igualmente, otro de los proyectos en los que la Universidad colabora es UFIL, dependiente del Ayuntamiento de Cuenca. En este sentido, el vicerrector adelanta que “se está trabajando para analizar los pros y contras del proyecto con el objetivo de ofrecer una versión mejorada en el futuro”. Y es que, cabe recordar que la tercera y última promoción de UFIL está a punto de concluir y no se sabe todavía si habrá o no nuevas convocatorias.
BECAS
Y estas no son las únicas personas que llegarán al Campus de Cuenca ya que tras la pandemia el programa de ‘Español para extranjeros’ y las becas Erasmus y Sicue han remontado el número de matrículas y se consolidan cada vez más como “señas de identidad” de la UCLM.
Del mismo modo, el Erasmus Rural está siendo “todo un éxito tanto por la gran aceptación que ha tenido entre los estudiantes como por parte de la sociedad en general”. Por ello, está por ver si de cara a la nueva convocatoria se ampliará el número de plazas para la provincia de Cuenca y el presupuesto.
MATRÍCULA
Otra de las cuestiones más importantes es el número de alumnos y alumnas que eligen la UCLM para continuar su formación. En esta línea, el proceso de matriculación del Campus de Cuenca apunta a que estamos ante un año “muy bueno” porque a falta de un mes para conocer las cifras definitivas todo apunta a que se va a mantener el número de estudiantes respecto al año anterior. “Hay titulaciones como Enfermería, Educación Infantil y Primaria, Comunicación Audiovisual, Educación Social y Bellas Artes están completas”, recalca el vicerrector de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social.
Si bien, los Cursos de Verano han batido récords y las preinscripciones han superado todas las expectativas por ello el balance es “más que positivo porque a pesar de que había muchos más cursos que en ediciones anteriores, las matrículas han aumentado bastante”, destaca César Sánchez.
RETOS
Por último, una de las cuestiones que más preocupan dentro del seno de la Universidad es reducir el gasto energético y el vicerrector del Campus de Cuenca apunta que “este año se cerrarán durante alguna horas edificios que no se estén utilizando para abaratar la factura de la luz”. Si bien, ya el curso anterior toda la comunidad universitaria entendió estas medidas y espera que ocurra lo mismo este año.
Con todo, el Campus de Cuenca tiene por delante un año ilusionante en el que se recupera la programación habitual tras la pandemia y verán la luz grandes proyectos que marcarán no solo el futuro de la comunidad universitaria, sino de la ciudad de Cuenca.
