
Hace dieciocho años que Silvia Rodríguez Cuenca, socióloga y coordinadora territorial de la Fundación Secretariado Gitano, empezó a trabajar en nuestra ciudad con el objetivo de ayudar a remover los obstáculos que impedían al pueblo gitano tener las mismas oportunidades que el resto de la población. Desde entonces hasta hoy “los cambios han sido importantes”, aunque se han ido materializando muy lentamente.
“Los cambios sociales no son a corto plazo, hay una tendencia a sacar proyectos sociales de un año, pero en un año no se consigue nada. Cuando aterrizamos en Cuenca solo había una persona titulada y ahora hay siete, es decir, los grandes cambios necesitan tiempo, no son fórmulas mágicas”, explica Rodríguez Cuenca.
De hecho, hace más de tres lustros “eran muy pocas las personas gitanas que tenían estudios secundarios”, mientras que ahora existe lista de espera para un programa específico de educación de adultos para la obtención del título de la ESO.
“Los cambios sociales no son a corto plazo. Hay una tendencia a sacar proyectos sociales de un año, pero en un año no se consigue nada”
Junto a Silvia Rodríguez trabaja en la fundación un equipo multidisciplinar compuesto por trabajadores sociales, historiadores, educadores y maestros, diez personas de las cuales el 70 por ciento son gitanos y gitanas volcadas en la formación, el empleo y la igualdad.
“Hemos avanzado y para ello se trabaja el referente. Ver a personas gitanas trabajando en empresas grandes y consolidadas lo veíamos como algo muy difícil. Ahora, sin embargo, lo estamos viendo. Trabajar el referente significa que si mi prima, mi amiga o mi hermana han logrado estar en atención al público o vendiendo ropa en tal o cual franquicia, o en un gran supermercado trabajando y reponiendo, ¿por qué no lo puedo conseguir yo?”, detalla Rodríguez Cuenca.
Y lo mismo ocurre a la inversa. La visión de las propias empresas también ha cambiado con el tiempo: “Cuando cogíamos el teléfono y nos presentábamos a entidades o empresas no lo hacíamos como Fundación Secretariado Gitano, decíamos que éramos del programa de empleo, no aparecía la palabra gitano a la hora de presentarnos por primera vez”.
El día 8 de abril se conmemora el Día Internacional del Pueblo Gitano porque “ese día Europa reconoció la bandera gitana, el himno gitano y por tanto al pueblo gitano”, con la particularidad de que este 2025 se cumplen también 600 años de la llegada del pueblo gitano a la península ibérica.
Derribar los estereotipos que todavía persisten; reconocer, conocer y sensibilizar, y luchar por los derechos y deberes del pueblo gitano son algunas de las prioridades para la Fundación Secretariado Gitano de Cuenca.
“Yo siempre digo: ¿tienes algún amigo gitano o gitana? ¿Has trabajado con algún gitano o con alguna gitana? Una de las causas de los estereotipos es precisamente el desconocimiento. Este año se cumplen 600 años de la llegada del pueblo gitano a la península y nosotros podemos conocer la historia de los pigmeos, pero resulta que desconocemos la de un pueblo que lleva tantos años”, afirma Rodríguez Cuenca.
LA EDUCACIÓN ES EL ÚNICO CAMINO
Las estimaciones dicen que en Cuenca capital viven alrededor de unas mil personas gitanas, mientras que en Tarancón son alrededor de quinientas. El alumnado, nos cuenta Rodríguez Cuenca, “no es absentista” y la escolarización es actualmente del cien por cien. Eso sí, con un matiz, y es que la pandemia provocó que la línea evolutiva sufriera cierto retraso curricular.
“Los que estuvieron en primaria en la pandemia no tenían las herramientas digitales, ni los conocimientos, ni el apoyo necesario para poder seguir las clases. Cuando se medio abrieron las puertas las familias rechazaron un poco la asistencia a las clases por el miedo al contagio. Esos factores han hecho que el alumnado tenga un retraso curricular que no existía”, explica la coordinadora territorial de Fundación Secretariado Gitano de Cuenca.
Desde la fundación insisten en que hay que avanzar más y mejor en el ámbito de la educación y piden que desde el propio sistema educativo haya un conocimiento y un reconocimiento de la cultura e historia del pueblo gitano. Avanzar también para facilitar el acceso a la educación y que el alumnado “no sólo se apunte, sino que se mantenga muchos años en el sistema educativo”.
Mejorar la vida del pueblo gitano y seguir derribando las barreras pasa por “contar y conocer la realidad del pueblo gitano” e involucrarse para que toda la sociedad conozca las aportaciones “culturales, lingüísticas o gastronómicas” que este pueblo ha hecho a lo largo de la historia.
Para celebrar el Día Internacional del Pueblo Gitano un parque de Cuenca capital lleva el nombre ‘8 de abril’, un reconocimiento que “hace un montón de años nadie se podía imaginar” porque “el que se reconozca un lugar con un nombre tan importante para el pueblo gitano” y con la unanimidad de todos los grupos políticos no ocurre todos los días.
El 8 de abril la Fundación Secretariado Gitano realizará charlas y talleres “adaptados a cada entorno” en los colegios Federico Muelas y San Fernando, en el Instituto Santiago Grisolía, en el Grado Superior de Integración Social de Formación Profesional y en la Facultad de Trabajo Social, porque “esto va de conocer, de saber del otro, del diferente y de no apartar nunca la mirada, sino de sostenerla y observar”.