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'Navideños' por el mundo

Extranjeros de diferentes nacionalidades residentes en Cuenca nos cuentan cómo son estas fiestas en sus respectivos países y qué les gusta más de las nuestras
'Navideños' por el mundo
Foto: Saúl García
31/12/2017 - Nuria Lozano

Dirk es holandés y lleva tres meses viviendo en Cuenca, ciudad a la que llegó “por amor”. No obstante, éstas serán sus terceras Navidades aquí. En su país, la familia también se reúne en Nochebuena y Navidad, aunque con la salvedad de que el día 24 se cena con los padres y hermanos y el 25 con los abuelos, tíos y primos. Además, alargan hasta el 26 “y estamos más tiempo juntos”.

En Nochevieja no se toman uvas sino que hay fuegos artificiales “y brindamos con champán”. En cuanto a la comida, dice que no hay nada típico. Nuestras costumbres, como el belén o los villancicos “me parecen tradiciones agradables y sobre todo me gusta recibir regalos para los Reyes Magos”.

Limpieza y fideos para recibir el año

Para Tamiko también serán sus terceras navidades conquenses. En nada se parecen nuestras fiestas a las del país del Sol Naciente. “No se celebra en familia ni tienen carácter religioso, son solo una excusa para juntarnos con amigos”.

Una costumbre curiosa es que para recibir el Año Nuevo se limpia a fondo la casa. En lugar de doce campanadas se tocan 108 campanadas en los templos “que representan las viejas pasiones que dominan al ser humano”. No existen los Reyes Magos, pero los primeros días de enero los niños reciben dinero de sus familiares.

En Nochevieja se come “soba” una sopa de fideos “que representan una vida larga”. “La comida me gusta más la de allí pero de España me encanta el carácter familiar y la fiesta”.

Mucho calor y horas y horas de pirotecnia

Son ya 14 años los que la argentina Silvia lleva en España pero, si algo tiene grabado de las fiestas navideñas en su país natal, es que “hace un calor atroz pero comemos todas las cosas hipercalóricas como aquí: asado a la parrilla, nueces, turrón...”.

Entre las tradiciones más peculiares, destaca la pirotecnia “insoportable” que se alarga durante toda la noche tanto en Nochebuena como en Nochevieja “que terminan siempre con muchísmos accidentados y quemados”, así como la costumbre de regalar ropa interior rosa el 24. Papá Noel viene en Nochebuena “pero en Reyes se trabaja y no hay tantos días festivos”. Sí se ponen los llamados ‘pesebres’. “Las Navidades me gustan más aquí porque son más calmadas, allí es un desenfreno”.

Las ricas hallacas y las ‘gaitas’

Pavel es de Caracas y lleva dos años en Cuenca. Si algo caracteriza las fiestas venezolanas es el consumo de hallacas, una masa de maíz rellena con guiso de cerdo, almendra y encurtidos. Se preparan en familia y se degustan todo el mes de diciembre. También suenan de fondo las gaitas, no las gallegas, sino música tradicional “muy animada” que incluso se pone en los lugares de trabajo.

El 31 sí se comen las 12 uvas, costumbre heredada de los españoles, “y justo después de las 12 la gente sale de su casa con una maleta a correr alrededor de su edificio porque es símbolo de que vas a viajar durante el año”. Lo que echa de menos Pavel aquí en España es un poco más de ambiente navideño. “Allí se vive con más intensidad”.

Una excusa para salir a cenar y regalar

“En mi país la Navidad no es importante, sino una excusa para que los amigos se reúnan y salgan a los restaurantes a comer y cenar e intercambiar regalos”. Así describe las fiestas navideñas la taiwanesa Cynthia. Estudia Bellas Artes en Cuenca desde hace tres meses y estas serán sus primeras navidades españolas. “Para nosotros lo importante es el fin del año lunar, es una fiesta muy divertida”, comenta.

Pero las primeras impresiones de cómo se celebra todo aquí la tienen encandilada. “Me gusta ver el árbol y los mercadillos navideños, es una atmósfera que te envuelve”. Aprovechará estos días para conocer nuestro país y espera participar en todas las celebraciones y, sobre todo, comer chocolate “porque aquí está riquísimo”.