Los alumnos más pequeños de la Escuela Municipal de Música y Artes Escénicas de Cuenca, con edades comprendidas entre los cuatro y los siete años, demostraron el miércoles en un abarrotado Teatro-Auditorio lo aprendido durante el curso en cuanto a danza, escenificación, dramatización y coreografías en el denominado festival Música y Movimiento.
Un total de 247 alumnos, repartidos en dos sesiones y por grupos (de primero a cuarto curso de la Escuela) participaron en este festival en el que los profesores, que conforman una pequeña orquesta, fueron los encargados de interpretar la música en directo y que cuenta también con la colaboración de los alumnos de teatro con el fin de “armonizar las dos enseñanzas” que se ofrecen en las instalaciones de esta escuela ubicada en Las Quinientas.
Según explica su director, Pedro Pablo Morante, el festival recoge “todas las actividades que los alumnos hacen en el aula de Música y Movimiento”, e incluye un vestuario de acorde a las interpretaciones que aumenta la vistosidad del espectáculo.
Los números representados, entre los que se incluyeron canciones de musicales tan populares como ‘Grease’ ‘Sonrisas y lágrimas’ o ‘Mary Poppins’, fueron preparados por grupos una vez finalizada la Semana Santa, incluyendo ensayos tanto la víspera como el mismo día de la representación.
Se trata así de un festival que lleva “un trabajazo tremendo” pero que produce una gran satisfacción, tanto a los alumnos como a sus familiares. “Los primeros están acostumbrados a actuar en la escuela, a participar en un festival de villancicos, asistir a la semana cultural, pero el colofón del curso es esta macrointerpretación de canciones y de bailes que les permite actuar en un teatro que es una maravilla para ellos, lo que lo convierte en un acontecimiento”.
No se trata tanto de que pierdan el miedo a entrar en escena, ya que los alumnos, al ser todavía muy pequeños, “aún no tienen miedo a ello: eso viene después”, pero sí de que se enfrenten a una responsabilidad y “hagan lo que han aprendido en el momento”, lo que a todos, cuando sale bien, produce “una gran satisfacción”.
Gran demanda
La Escuela, cuenta Morante, tiene una aceptación que sigue ascendiendo, con 687 alumnos y más solicitudes cada año. Para el próximo curso ya hay 264 nuevas, aunque no podrá haber plazas para todos y por desgracia habrá alumnos que tengan que quedarse en lista de espera. “Somos 16 los profesores que damos clase. Con más plantilla sí que podríamos acoger a todos”, cuenta el director.
Mucho en favor de la escuela dice también su porcentaje de permanencia, de en torno al 87 por ciento: la gran mayoría de los que terminan Música y Movimiento continúan el segundo ciclo, donde ya reciben una enseñanza más personalizada que incluye formación instrumental.
La Escuela va además más allá de las clases al celebrar a lo largo del año actividades como actuaciones, audiciones, conciertos o festivales varios, lo que contribuye a dinamizar los estudios y atraer a los alumnos.