El Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA) ha cerrado sus puertas este martes al sufrir importantes daños en sus instalaciones a causa de las inclemencias meteorológicas de esta pasada madrugada.
El fuerte viento que ha traído consigo la borrasca Celia ha provocado que varios hierros de la fachada principal de acceso al museo y diferentes cornisas se hayan desprendido, por lo que tal y como asegura la responsable del gabinete didáctico, Marta Fernández, "la seguridad no está garantizada y hemos preferido cerrar hasta que podamos reparar todo".
Y es que, no solo el edificio se ha visto afectado sino que las diferentes maquetas de dinosaurarios a tamaño real instaladas en los jardines han sufrido desperfectos. Concretamente, Pancho, el titanosaurio que da la bienvenida a los visitantes es uno de los más perjudicados.
Desde el lunes por la mañana el fuerte viento empezó a hacer estragos en las instalaciones, pero ha sido esta madrugada cuando se han producido los mayores daños. Por ahora, está previsto que los trabajados de reparación comiencen lo antes posible y "esperamos poder reabrir esta misma semana", asegura Fernánez.