Una multitudinaria Cabalgata de Reyes ha recorrido las calles de la capital conquense para poner el broche de oro a las primeras Navidades sin restricciones por la pandemia. Después de dos años, los más pequeños de Cuenca y sus familias han podido ver a los Reyes Magos sin mascarilla y mirar de cerca la ilusión que desprendían las caras de Melchor, Gaspar, Baltasar y todo su séquito al volver a reencontrarse con los conquenses.
Una mezcla de ilusión y ganas que sus Majestades han demostrado al no parar ni un segundo de saludar a todas las personas que se han animado a disfrutar del desfile por la ciudad, ya que el buen tiempo ha invitado a salir de casa, lo que ha permitido ver las calles del centro de Cuenca completamente abarrotadas.
Además, en esta ocasión se han repartido hasta 1.500 kilos de caramelos a lo largo de todo el recorrido que ha culminado en la Plaza de la Constitución, donde los Reyes han desembarcado para ir a pie hasta la Plaza de España y encontrarse con los niños y niñas de la ciudad.
Este año, han sido más de 300 personas las que han compuesto la comitiva que ha acompañado a los Magos de Oriente, que bien a pie o en hasta once carrozas han puesto color, música y alegría a esta cita tan esperada. Concretamente, los pequeños encargados de ayudar a su Majestades en el reparto de golosinas han acudido disfrazados de princesas, duendes, mariposas, animales, egipcios y diferentes personajes Disney, mientras que los Magos de Oriente recorrieron las calles subidos a tres carrozas con forma de caballos alados.
Concretamente, han participado la Asociación de Amigos del Carnaval, Sambas Colgadas, el grupo Tiruraina junto a los Gigantes y Cabezudos, el Club de Patinaje Hoz del Júcar, A Saltos Circo, la Agrupación de Bomberos de Cuenca con un vehículo, Club Hípico Fierro, la Banda Municipal de Música y las Asociaciones de Vecinos de los barrios y pedanías.
Un desfile de lo más esperado que se produjo después de la visita matinal a Tondos, Nohales, La Melgosa y Mohorte, pedanías de la capital.