La participación de mujeres en las distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) ha experimentado un notable crecimiento en las últimas décadas y aunque los porcentajes en plantilla aún son bajos, su presencia es cada vez más habitual, lo que refleja un significativo avance hacia la igualdad de género.
Un avance que no ha estado exento de desafíos y barreras que las mujeres han tenido que superar para alcanzar su lugar en estas instituciones tradicionalmente dominadas por hombres. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para eliminar barreras y garantizar oportunidades equitativas en el ámbito laboral.
Por ejemplo, en algunas escalas y puestos de mayor jerarquía la presencia femenina es aún reducida, aunque “es cuestión de tiempo” que se equilibre. Pero, sobretodo, la mayor barrera que sigue existiendo es la conciliación familiar y profesional.
Así lo ponen de manifiesto mujeres de la Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local y Fuerzas Armadas que este viernes han participado en un coloquio con alumnos y alumnas del IES 'Fernando Zóbel' con motivo de la celebración del Día Internacional de las Mujeres, en el que les han trasladado sus experiencias y han apostado por la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad.
Consuelo Martínez, subinspectora de Policía de la Comisaría de Cuenca, destaca que la mujer ha tenido muchos desafíos en sus inicios para incorporarse a instituciones dónde solo había hombres, pero en la actualidad “vamos en paralelo a la evolución de la sociedad. Y ahora mismo los desafíos son exactamente los mismos que los de los hombres".
Cuenta que su promoción fue la primera que llegó a Alicante, lugar donde realizó las prácticas. Entonces era tan inusual ver mujeres en el Cuerpo de la Policía Nacional que despertaba la sorpresa de los ciudadanos. “Nos miraban y se acercaban a darnos la enhorabuena alegrándose de que hubiera mujeres policía. Desde el año 93 que fue cuando me incorporé hasta ahora ha cambiado muchísimo y esto ya se ha normalizado”, reconoce.
Según datos de la Dirección General de la Policía Nacional, la mujer supone el 16,78 por ciento de la plantilla. En Cuenca, el porcentaje baja al 15 por ciento, aunque, con todo, se trata de uno de los cuerpos con mayor participación femenina.
En la Guardia Civil, la normalización de la presencia femenina ha sido un proceso gradual, especialmente en áreas rurales donde la novedad de ver a dos mujeres patrullando juntas aún genera cierta sorpresa entre la población local.
Lo sabe bien Carmen Delgado. Esta agente de la Benemérita, que este año ocupa una vacante del Equipo de violencia de género en la Comandancia de Cuenca pero tiene como destino el Puesto de Beteta, cuenta que prácticamente la mitad de la plantilla son mujeres (tres de siete agentes) por lo que es habitual que sean dos féminas las que salgan de patrulla “y eso choca mucho en el medio rural", tanto que durante su participación en eventos la gente se acerca, nos felicita e incluso querían hacernos fotos a las dos juntas”.
Isabel María Pérez, también guardia civil, relata una experiencia similar en unidades con poca presencia femenina, comofue su anterrior destino en Camprodon (Gerona). Hoy es la única mujer del Destacamento de Fiscal y Fronteras de Cuenca, donde llegó hace un año.
En el caso de la provincia de Cuenca, la representación femenina no alcanza el 8 por ciento, casi dos puntos por debajo de la media nacional, que registra un 9,57%, el más bajo de las FCSE. Si bien en los últimos años el porcentaje de ingreso es superior al 30 por ciento.
El porcentaje es menor, pero los objetivos y desafíos operativos "son los mismos para hombres y mujeres", incide Carmen Delgado; aunque, eso sí, en muchos casos se sigue viendo a la mujer más en temas sociales que operativos. “En la ciudad es distinto, aquí todo es igual, estamos equiparados totalmente”, cuenta Nuria Martín, agente de la Policía Local de Cuenca.
Martín comenzó su carrera hace 15 años y antes de llegar a Cuenca ha pasado por varios municipios de la región, donde en un principio recuerda que se hacían patrullas unipersonales y ni siquiera contaban con un vestuario de mujeres. Desde entonces hasta ahora el fortalecimiento en el camino hacia la igualdad de género es notable en todos los ámbitos de la sociedad.
“Todos somos iguales y lo importante es que cada persona haga lo que le guste" enfatiza Carolina Redondo, cabo 1º del Ejército de tierra, destinada en la Subdelegación de Defensa de Cuenca, quien anima a los estudiantes del 'Fernando Zóbel', sobre todo a las chicas, a seguir avanzado en materia de igualdad.
Las Fuerzas Armadas, dice, son un claro ejemplo del avance producido. Aunque como ocurre en el resto de FCSE la participación femenina aún es minoritaria, en este caso un 13 por ciento, la incorporación es cada vez mayor y, sobre todo “las mujeres y los hombres hemos tenido el mismo valor y el mismo trabajo”, por lo que ha querido transmitir un mensaje de empoderamiento a las mujeres interesadas en ingresar en los Cuerpos de Seguridad. "Adelante, sin miedo, que no hay ningún tipo de discriminación".
Palabras que corrobora Carmen Delgado, quien considera que si bien es cierto que son pocas las mujeres que ocupan altos mandos, a su juicio se debe a que la mujer ha tardado más en incopororarse por lo que entiende que es cuestión de tiempo que se equilibre. "Es más una cuestión de tiempo que de discriminación", apunta.
Consuelo Martínez coincide, si bien incide en que aunque el acceso es igualitario persiste la brecha de género en términos de representación. "Las mujeres a menudo enfrentamos el dilema de equilibrar la carrera profesional con su deseo de ser madres. Este equilibrio puede implicar sacrificios, ya que el ascenso en la jerarquía policial a menudo requiere dedicación y sacrificio, y algunas mujeres optan por priorizar su rol como madres en ciertos momentos de sus vidas".
Mientras tanto, los hombres pueden ser padres y seguir avanzando en sus carreras profesionales sin enfrentar las mismas barreras físicas. Aunque la conciliación entre la vida laboral y familiar ha mejorado, aún queda trabajo por hacer en este aspecto.
Así, a pesar de los avances logrados, aún persisten desafíos en materia de igualdad de género en el ámbito laboral, en el que todas ellas insisten en que hay que seguir avanzando.