Por mucho que la nueva empresa adjudicataria del servicio municipal de limpieza, FCC, arrancara su gestión, el pasado mes de junio, con la realización de baldeos con detergente por distintas calles de la ciudad, algo de lo que el alcalde se ha sentido especialmente satisfecho en varias ocasiones, asegurando que la mejora en la limpieza incluso “se huele”, lo cierto es que la mugre sigue presente por no pocas calles.
Aunque, gracias a las lluvias que desde el lunes han caído tan abundamentemente en la ciudad, algo se ha maquillado el estado de las calles, el aspecto que presentaban varias vías el viernes 26 de octubre, cuando se tomaron las imágenes de este reportaje, desde luego que no ofrecía una imagen nada buena de la ciudad, algo que hace que se pueda intepretar de una manera bien distinta la defensa de la limpieza que el concejal de Servicios a la Ciudadanía, Pedro J. García Hidalgo, realizaba públicamente el pasado mes de junio al afirmar, en declaraciones a los medios, que “estamos viendo un color en las aceras que no habíamos visto nunca”.
Las calles del Plan E
Entre las vías más damnificadas están aquellas que cuentan con las polémicas baldosas con las que se renovaron varias aceras durante la legislatura de Francisco Javier Pulido (2008/2011) con fondos del Plan E que convocó el Gobierno central entonces presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, calles que presuntamente se dejaron sin terminar, a falta de una capa de imprimación que impidiera que, como sucede, la suciedad se agarre a su superficie.
Una de ellas, además, es bien céntrica, Aguirre, junto a la Diputación, con manchas incrustradas en el pavimento. A ella hay que sumar la también céntrica Sánchez Vera, donde el lugar en peor estado es el entorno de una antigua oficina de la CCM que lleva años abandonada, o Princesa Zaida. Y también otra zona más alejada del centro pero muy concurrida, la Avenida Reyes Católicos, una calle además con muchos comercios y bares cuyas terrazas quedan deslucidas por el estado del pavimento.
Volviendo al centro, resulta especialmente preocupante el estado de las calles José Cobos y Cervantes, a lo largo de buena parte de la cuales hace justo una semana predominaban las manchas, en su mayoría presumiblemente de orines de perro (si no de personas o de aceites). Y la mugre había acampado en varias esquinas de comercios y portales de la zona.
Mención especial, aunque viene de lejos, merece Doctor Galíndez, principal zona de marcha de la capital y con el suelo ennegrecido fruto de las bebidas que caen al suelo los fines de semana, así como todo el entorno de la Plaza de España, donde los fines de semana, coincidiendo con el botellón, son frecuentes las micciones en algunas esquinas.
Otra calle mucho menos concurrida, y de reciente peatonalización, la parte superior de la calle Lorca, que da a Camino Cañete, también cuenta desde casi el primer día con abundantes manchas, según parece de orines de perro, que el color gris claro con el que se ha pintado el pavimento hace que resalten, lo mismo que ocurre en la zona de terrazas de Carretería tras la reforma de 2016.
Jorge Torner, próxima al centro aunque no tan transitada como las paralelas Hermanos Becerril y Cañete y un tanto de capa caída tras el cierre de varios comercios y bares en los últimos años, es otra de las vías con el suelo más ennegrecido de la capital.
Vecinos consultados por Las Noticias reconocen que la situación de la ciudad no es buena y consideran además que los anunciados baldeos no están teniendo el efecto esperado: muy pocos los han visto o los vieron solo en el arranque de la nueva gestión, hace ya cinco meses, sin que hayan vuelto a coincidir con ellos. Y, de momento, para nada creen que las calles estén mejor que con la anterior concesionaria del servicio municipal de limpieza. Si acaso, entienden que sí es posible que estén algo menos sucias esta semana pero por una razón bien distinta: lo mucho que ha llovido.
