La muerte dramatizada de Cuenca cierra la campaña social de La Fuga contra el ATC

El rodaje de la muerte dramatizada ante una fuga radiactiva y la evacuación de la ciudad cerraban este sábado en Cuenca la campaña de información y sensibilización social sobre los peligros que supondría para la provincia la instalación del Almacén Temporal Centralizado ( ATC) de residuos radioactivos en Villar de Cañas.

El equipo del cortometraje ‘ La Fuga radioactiva’, dirigido Eduardo Soto, convertía este sábado las calles de la capital en un plató de cine ante la expectación de numerosos vecinos y turistas a los que ha impactado esta ‘Dramafestación’ en la que participaban más de medio centenar de personas simulando las consecuencias que se sufrirían en caso de un accidente nuclear.

Equipados con mascarillas, paraguas y maletas, los actores-activistas trataban de huir de la amenaza cuando como consecuencia de una 'lluvia ácida', caían fulminados a los pies de la la catedral, frente a la leyenda ‘No al ATC’ que exhibían letra a letra los operarios protegidos con simulados trajes de protección radioactiva.

A pesar de la calurosa jornada la participación ha sido alta, “más de la que esperábamos, señalaba a Las Noticias Eduardo Soto, quien a su vez destacaba que la respuesta de la gente ha sido muy buena. "Han estado colaboradores, artistas, activistas, dramatistas… todo lo que pedíamos".

Soto reconoce que unir la protesta social contra el cementerio nuclear con el rodaje era una gran reto para el equipo, pero el resultado ha sido todo un éxito "Estamos satisfechos y muy contentos". Y es que destaca que, además, se ha cumplido con el objetivo de rodaje de todos los planos que se habían marcado, "que eran una salvajada”. En una producción "normal", dice, se tendrían que haber empleado tres días y un presupuesto de más de un millón de euros. "Lo hemos hecho en cuatro horas y con un presupuesto mucho menor".

Esta tarde llega uno de los momentos más impactantes con el abandono de la ciudad ante la amenaza nuclear. “Yo creo que en la vida real la gente está impactada, no se cree que tiene que despedirse de su ciudad para siempre. El corazón se encoje de una forma muy dramática con estas escenas”.

Es el final de la campaña que se ha desarrollado en la antesala de este corto que llega en un momento crucial para el futuro del proyecto del cementerio nuclear en Villar de Cañas, pero también en pleno debate sobre el modelo energético español y europeo.

Desde que comenzó la campaña de ‘La Fuga Radioactiva’ hasta ahora han cambiado mucho las cosas respecto al proyecto del ATC. El tema está en la agenda política y, según Eduardo Soto no solo “por la casualidad política del cambio, sino porque la Junta ha tomado un papel más activo y presencial”.

Respecto a la ciudadanía, destaca que lo importante es que en los mentideros se oye hablar del cementerio nuclear ‘para bien o para mal, que eso en realidad importa menos, lo importante es que la gente quiera saber qué es lo que pasa con el ATC, se informe y luego tome una decisión a favor o en contra, pero informada y con criterio”.

CORTO

En cuanto al cortometraje, Soto destaca que tras la jornada de este sábado, que era la más complicada, quedan por rodar escenas en interior del supuesto ATC y en un hospital, algo que “va a tener su complejidad pero será mas fácil que lo que hemos realizado hoy”. La previsión es que las tareas de posproducción puedan comenzar en septiembre.