El 96,4 por ciento de los conquenses que contrajeron la gripe en la campaña 2018/2019 no estaban vacunados, por solo un 3,6 por ciento de afectados que sí lo estaba.
Se trata de unos datos que demuestran la eficacia de la vacunación para prevenir una enfermedad viral cuyo riesgo aumenta en los meses más fríos del año, sobre todo en las primeras semanas de enero, y que tanto en la Dirección Provincial de Sanidad como en la Gerencia de Atención confían en que sirva para concienciar a la población más vulnerable de la conveniencia de vacunarse en la campaña contra la gripe que el Gobierno de Castilla-La Mancha acaba de poner en marcha, y para la que se han habilitado 31.4000 vacunas a disposición de los conquenses, cantidad para cubrir a toda la población de riesgo que, en caso de necesidad, se aumentará con una redistribución de las más de 350.000 dosis habilitadas para el conjunto de la región.
El hecho de que el 95 por ciento de las personas que el pasado año ingresaron en el hospital aquejadas por gripe no se hubiera vacunado es otro de los datos a tener en cuenta para valorar la eficacia de las vacunas contra una enfermedad con riesgo de convertirse en mortal (el año pasado perdieron la vida por ella 75 personas en la región) cuya mayor incidencia tiene lugar en invierno al ser la estación del año donde la población pasa más tiempo en locales cerrados, donde es más fácil que el virus se propague. 16 de los casos registrados el pasado en la provincia fueron graves, aunque solo tres de ellos afectaron a personas vacunadas.
El gerente del hospital, Ángel Pérez Sola, tiene claro que la vacunación es la “mejor forma de prevenir” la gripe, de ahí que confíe en que se pueda llegar a más del 65 por ciento de la población mayor de 65 años, especialmente vulnerable, un porcentaje que ya se superó el pasado año, cuando se alcanzó al 66,84 por ciento.
El año pasado se llegó al 28 por ciento del personal sanitarioLos bebés de entre seis meses y dos años de edad nacidos antes de la trigésimo segunda semana de gestación, que entran como novedad en esta campaña, las mujeres embarazadas y el personal sanitario son otros de los grupos de riesgo en los que se incide, para lo que en el caso de los profesionales de la sanidad, incluidos los trabajadores de residencias de mayores, el objetivo es llegar a más del 40 por ciento frente al 28 por ciento que se alcanzó en la anterior campaña.
Durante la primera semana de puesta en marcha de la campaña, ya se han superado las 2.000 vacunas a través de los distintos centros de salud ubicados en la provincia.
Por debajo del umbral epidémico
En la actualidad, la gripe ya es una realidad en la provincia, aunque está por debajo del umbral epidémico, que este año ha bajado de 55 casos por 100.000 habitantes a 48,91. En concreto, la pasada semana se contabilizaron 26,3 casos por cada 100.000 habitantes.
El pasado año se registraron 1.310 casos de gripe en la provincia, un número muy inferior al del invierno 2017/2018, cuando se contabilizaron 2.611, aunque al haber personas que la sufren pero no acuden a recibir asistencia sanitaria se calcula que habría unos 5.244 afectados, el 2,66 por ciento de la población. El hecho de que el porcentaje de vacunación aumentara explicaría la reducción de los contagios.
Se da además la circunstancia de que las vacunas, compuestasde dos cepas de virus A inactivados y una de virus B, de conformidad con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), da respuesta cada año a nuevos virus que van apareciendo, lo que unido a la “memoria inmunológica” de los que ya se han vacunado en anteriores años hace que la eficacia de la vacunación aumente año a año.
La inversión que el Gobierno regional destina a esta campaña en toda la región alcanza los 906.500 euros.
