El Ayuntamiento de Cuenca considera que no puede afrontar la rehabilitación del alfar de Pedro Mercedes al haberse incrementado el coste del presupuesto previsto inicialmente en unos 50.000 euros, por lo que pedirá al Consorcio Ciudad de Cuenca que se haga cargo de esta reforma.
Así lo revelaba esta semana el alcalde de la ciudad, Ángel Mariscal, que recordaba que inicialmente el Consorcio de la ciudad había aprobado una subvención de en torno a 540.000 euros para que fuera el Consistorio quien realizara el proyecto de reforma y licitara las obras, pero ahora el coste se elevaría hasta los 600.000 euros, por lo que el Ayuntamiento tendría que aportar el dinero que falta para unas obras que según el primer edil convertirían el alfar “en un importante recurso cultural y turístico del que se beneficiaría toda Cuenca”.
Fue en agosto de 2017 cuando el Ayuntamiento, a través de la Junta Local de Gobierno, aprobó aceptar una subvención del Consorcio que entonces se cifró en 545.344 euros y a la que además se añadía otra ayuda de 142.993 euros para la restauración del centro cultural y la Torre de San Gil y otra de 8.724 euros para adecuar una zona infantil en la plaza de L´Aquila.
Entonces también se dijo que el Ayuntamiento tenía de plazo para iniciar los expedientes de contratación para poder ejecutar y justificar las obras hasta el 31 de marzo de 2018, aunque desde el equipo de gobierno ya se consideró que era un plazo escaso y que probablemente sería necesario pedir una prórroga.
DISCREPANCIAS EN 2016
A finales de 2016 ya hubo discrepancias en el seno del Consorcio Ciudad de Cuenca entre representantes del Ayuntamiento y del Gobierno de Castilla-La Mancha al entender estos últimos que las obras del alfar deberían financiarse con fondos del Consorcio pero, también, con dinero del Ayuntamiento a través de los fondos europeos del DUSI.
El alfar de Pedro Mercedes, ubicado en el barrio de San Antón y considerado el más antiguo de la región, fue adquirido en 2010 por el Ayuntamiento de la capital a la familia del artista fallecido en 2008 por un montante de 850.239 euros con el objetivo de ubicar en él un museo dedicado a la alfarería.
Entonces se llegó incluso a convocar un concurso para su rehabilitación por parte del Colegio de Arquitectos. Además, durante la pasada legislatura se habló de un ambicioso proyecto valorado en unos 1,4 millones de euros que pensaba financiarse con fondos del Plan Urban de San Antón que tampoco llegó a materializarse al darse prioridad a la mejora de las calles del barrio y perderse al final parte de los fondos ofertados.
