El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, arremetía la pasada semana durante el desayuno de balance de sus tres años de gestión contra el Grupo Municipal de Ciudadanos, una formación que a su entender “podía ser útil y responsable” pero “se ha quedado fuera de muchas decisiones importantes para la ciudad”, como la reciente aceptación, por parte del Ayuntamiento, de obras de Gustavo Torner por valor de 1,6 millones de euros, en cuya votación se abstuvo aunque la propuesta salió adelante gracias a los votos de PP, PSOE e IU.
Se trata además de una formación que, al entender que el equipo municipal no ha cumplido el pacto suscrito con Mariscal para favorecer su investidura como alcalde, en los últimos plenos se está absteniendo en la práctica totalidad de las propuestas, y es de esperar que tampoco respalde los presupuestos de 2018.
“Podía haber habido una relación más cordial con Cs, un partido que es un partido que debería dar estabilidad”, considera Mariscal.