El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, ha tenido este fin de semana un fuerte encontronazo con un padre de familia, Diego Redondo, que se limitó a denunciar en las redes sociales el estado de los parques infantiles de la capital.
Redondo, que vive fuera pero pasa parte del verano en su ciudad, se quejó por la desaparición de la rampa de acceso al columpio en el Parque de San Julián, clavos a la vista en el de la Plaza de España, o falta de elementos y suelo roto en Carretería, todo ello documentado con fotos de los desperfectos. “He encontrado Cuenca muy abandonada”, añadía.
Un relato que no debió gustar al alcalde quien respondió a sus tweets llamándole “demagogo y oportunista”. El ciudadano replicaba que “me da igual quien gobierne, solo digo como están los parques”, a lo que Mariscal apuntó: “¿Y así lo vas a arreglar? Estás en tu derecho de hacer demagogia y oportunismo. Entérate de cuáles son los cauces”.
La conversación sigue así: “No es demagogia, he venido el finde y lo he visto, pero no me han gustado sus formas”. La contestación del alcalde: “Lo tuyo es una falta de respeto, como mínimo. ¿Y dices que eres matemático y director de un centro de adultos?. Pues vamos apañados”.
Ante esta actitud, Diego Redondo ha presentado un escrito en el registro del Ayuntamiento solicitando el cierre de las zonas infantiles de Carretería y Plaza de España “por falta de seguridad al existir objetos cortantes o peligrosos”, al tiempo que ha pedido a los grupos políticos de la oposición que exijan disculpas al alcalde por tratar así a un ciudadano.
Por cierto, que el concejal de Seguridad y Servicios a la Ciudad del Ayuntamiento de Cuenca, Pedro García Hildalgo, contestaba a Redondo en un tono muy distinto: “Lleva usted razón. En los próximos presupuestos tenemos una partida de 300.000 euros para reparar estas áreas. Somos un Ayuntamiento con una situación económica delicada”, decía.
No es la primera vez que el primer edil desacredita o insulta a un conquense. La última vez fue la semana pasada, cuando en una rueda de prensa llamó "impostora" a la portavoz de la Asociación de Vecinos de Villa Román por haber declarado que no quería que fuera pregonero del barrio, que prefería que antes lo arreglara.
El alcalde ha bloqueado en Twitter a Redondo y la conversación ha desaparecido de su cuenta, aunque se mantiene en sus trece con un único tuit donde acusa a este conquense ser un "personaje sin vergüenza".