El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, se ha defendido durante un desayuno informativo con motivo de su tercer año al frente del Ayuntamiento de la capital de las críticas que ha suscitado la habilitación de una amplia zona de carga y descarga exclusiva, durante las 24 horas del día, para el hotel Alfonso VIII, algo que según muchos ciudadanos es un “privilegio” tras el cual hay quien se pregunta qué intereses pueden tener el Ayuntamiento o el primer edil en este céntrico hotel conquense.
Mariscal ha asegurado a este respecto que el objetivo de esta zona de carga y descarga situada precisamente junto al hotel Alfonso VIII que hasta la nueva señalización estaba abierta a todos los vehículos que realizan estas tareas es acabar con el estacionamiento de autobuses discrecionales, de transporte de visitantes, en la vecina Doctor Chirino, donde estos vehículos de grandes dimensiones causaban molestias a los bares con terraza de la zona y a algunos comercios y vecinos, según asegura.
Se trata de una práctica que según el alcalde era muy habitual y que llevaban a cabo autobuses que tenían como destino dejar o recoger a personas alojadas en el hotel, de modo que con la nueva señalización confía en que deje de producirse, aunque los autobuses municipales y los taxis siguen circulando por esta vía semipeatonal.
El alcalde asegura que en este tema será transparente y que, si el Ayuntamiento le tiene que exigir al hotel el pago de una determinada tasa por el uso exclusivo de estos metros de vía pública, al modo de los vados para facilitar la entrada de los vehículos en los garajes, lo hará.
También, ha animado a otros hoteles interesados en contar con zona de carga y descarga en sus inmediaciones a que lo soliciten, aunque añadiendo que por ejemplo es imposible ubicar uno de estos espacios frente a los hoteles de la calle San Pedro.