La manifestación del Día Internacional de la Mujer ha congregado este viernes a unas 300 personas en las calles de Cuenca, en una convocatoria liderada por el colectivo estudiantil ‘13 Rosas’. A pesar del mal tiempo, la reivindicación no ha cesado en la ciudad, con un recorrido que ha transcurrido mayormente sin lluvia hasta su llegada a la Plaza de España, donde la llovizna ha obligado a los asistentes a abrir sus paraguas en el momento de la lectura del manifiesto.
Este año, la organización ha corrido a cargo de ‘13 Rosas’, tras la decisión de ‘Comando Violeta’ de no convocar. Sandra Pina, una de las portavoces del colectivo, ha destacado la importancia de esta marcha para dar a conocer su trabajo y visibilizar la necesidad de una educación en igualdad.
El colectivo busca resaltar la importancia de que la educación en feminismo comience en las aulas y aboga por erradicar mentalidades obsoletas. Asimismo, Pina ha alertado sobre el auge del fascismo y la necesidad de combatirlo desde la educación.
“Queremos que se reconozca que la educación en feminismo empieza en las aulas, desde la infancia. No podemos permitir que más niños crezcan con mentalidades que no corresponden a este siglo”, ha subrayado.
A la comitiva principal se ha sumado un bloque crítico, conformado por una treintena de personas que no admite la participación de hombres cisgénero, sindicatos ni partidos políticos, que a lo largo del recorrido ha entonado consignas como “Oprimidas y opresoras, 8M para todes”, y ha cerrado su participación lanzando bengalas violetas y entonando jotas feministas del grupo Ajuar.
Polémica en Carretería por una carpa de VOX
El momento de mayor controversia de la jornada se ha vivido en la calle Carretería, donde el partido de ultraderecha VOX ha instalado una carpa en un gesto de oposición a la jornada del 8M. La presencia de la formación en el recorrido de la manifestación ha provocado un gran malestar entre la organización y los participantes, que han denunciado la provocación del grupo de ultraderecha y han increpado con fuerza la acción, interpretándola como un intento deliberado de generar polémica.
La manifestación ha concluido en la Plaza de España, con la lectura del manifiesto del colectivo 13 rosas en un ambiente festivo en el que se ha puesto el foco en la necesidad de un feminismo combativo e interseccional que luche contra todas las formas de opresión que afectan a las mujeres en su día a día.
Se ha denunciado la mercantilización de los cuerpos femeninos, visibilizando la explotación en la industria de la prostitución y la pornografía, así como la violencia machista en todas sus expresiones, desde la simbólica hasta la más extrema, exigiendo medidas efectivas para erradicarla.
También se ha reivindicado la eliminación de la brecha salarial y la necesidad de garantizar el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad sin que su vida laboral quede condicionada por los roles de género.
La educación ha sido uno de los pilares del manifiesto como la herramienta clave para transformar la sociedad y erradicar la cultura machista desde la base. Se ha reclamado un sistema educativo público, laico, feminista y accesible, que forme a personas críticas y comprometidas con la igualdad. Asimismo, se ha denunciado la falta de protección ante el acoso en entornos educativos y la necesidad de actuar con contundencia.
Para finalizar, han hecho un llamamiento a mantener la lucha en las calles, defendiendo los derechos conquistados y exigiendo una sociedad libre de violencia, explotación y desigualdad.
