Cuenca participará por primera vez este año en uno de los festivales internacionales que más éxito está teniendo desde que se implantara en 2013 en el Reino Unido.
Se trata de ‘Pint of Science’, que se puede traducir como una pinta de ciencia o ciencia en una pinta, o lo que es lo mismo, cómo sacar la divulgación científica de los encorsetados ambientes académicos y llevarla a los espacios de ocio, reunión y diversión por antonomasia: los bares.
Desde 2014 participan en esta cita países como Francia, Suiza, Irlanda, Estados Unidos y Francia. Hace tres años se sumaron grandes ciudades españolas como Barcelona, Madrid, Zaragoza y Pamplona.
La gran respuesta que cosecha edición tras edición ha provocado que se vayan incorporando cada vez más capitales, hasta el punto de que el año pasado participaron, solo en España, 42 ciudades, 104 bares, 532 ponentes y cerca de 17.500 asistentes. Una cifra que podría aumentar este año, ya que se espera la participación de más de 50 urbes entre las que estará Cuenca.
Los organizadores locales son un grupo de seis personas relacionadas con el ámbito universitario. Entre ellas se encuentra Juan Ignacio Cantero, doctorando de la Facultad de Periodismo de la UCLM, quien destaca la importancia de que esta iniciativa llegue a la capital conquense. “Queremos probar cómo algo tan consolidado en muchos países puede implantarse en una ciudad pequeña como la nuestra. Es un proyecto muy bonito, que además nos puede dar un punto de notoriedad y puede ayudarnos a avanzar”, explica a Las Noticias.
Es una manera, dice, de unir la parte cultural y lúdica de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad “que es muy de la caña”, y demostrar que se pueden hacer cosas que funcionen muy bien al margen del turismo o la gastronomía.
DINÁMICA
La dinámica del ‘Pint of Science’ es sencilla. Consiste en que durante los mismos días, que serán 14, 15 y 16 de mayo, y a la misma hora, de 19 a 21, las investigaciones científicas más punteras se sirvan en barra de una manera divulgativa y amena. “No van a ser conferencias al uso como podemos escuchar en una Universidad, sino conversaciones distendidas, con performance incluida. La idea es que la gente capte el mensaje y se interese por ello. En definitiva, echar una cerveza escuchando algo interesante de fondo”, señala Cantero.
Tres bares conquenses acogerán charlas científicas del 14 al 16 de mayo, una actividad que de forma simultánea se realizará en más de 50 ciudadesLos temas pueden ser variados. Desde Neurociencia, Psicología, Matemáticas o Astronomía, pasando por Biología humana, Ciencias de la tierra, Salud, Tecnología, Historia o Derecho. Todo tiene cabida. En el caso de Cuenca, la peculiaridad con respecto a otros lugares será que habrá actividades en un bar por día, en lugar de tres, y dos ponentes por día.
Así, el día 14, en el Samsara, César Sánchez y Samuel Quintana, profesores de la Escuela Politécnica, hablarán sobre ‘Sansón y Dalila, el orgasmo del cine y los problemas de tu wifi’; al día siguiente, en el Café Hispano, se abordará la ciberseguidad de la mano de dos investigadores, Juan Carlos Carvajal y Juan Carlos Fernández, con la charla ‘¿Quién es quién? Ayuda a identificar al ciberdelincuente misterioso’; finalmente, el día 16 será el turno de ‘Los ámbitos de la Ciencia y la Creencia’, con la profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángela Delgado, y ‘La evolución de los museos, un tema sin explorar’, que impartirá el director del Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha, Santiago Langreo. Ambas exposiciones serán en el Carpe Diem. La entrada es libre y gratuita y los interesados pueden incorporarse a cualquier hora. Tampoco hay límite de edad. Eso sí, los menores deberán cambiar la cerveza por otra bebida sin alcohol. “Puede ser muy fructífero, por ejemplo, para alumnos y alumnas de Secundaria”, apunta Juan Ignacio.
Las pintas llenas de ciencia ya están empezando a correr como la pólvora por las redes. También se han elaborado carteles y camisetas -con la colaboración de FabLab- con el logo global del evento, en el que se puede apreciar un vaso de cerveza con gafas cuya espuma simula un cerebro.
Los organizadores confían en que los conquenses apoyen con su presencia este festival y que pueda tener continuidad en el futuro. “Yo soy conquense y conozco la idiosincrasia de esta ciudad, pero ójala que, al menos, llenemos la mitad de cada local. Esta primera experiencia nos servirá para testar el interés que despierta”.
Habrá que esperar por tanto para ver si la ciencia, bien tirada, sabe mejor.