En marcha las obras para evitar la contaminación en la red de aguas
El Servicio de Aguas del Ayuntamiento de Cuenca ha adjudicado un contrato a Phromarco por valor de 20.158,74 euros para actuar en dos puntos de la red de abastecimiento y así evitar la contaminación del agua potable que llega a los ciudadanos. El plazo de ejecución que se contempla es de un mes, contando desde el paso 20 de enero, para ambas actuaciones porque, a pesar de ser arreglos sencillos, “la accesibilidad es complicada en ambos puntos”, tal y como señala Adrián Martínez, concejal de Mantenimiento Urbano. “Se estima que es un plazo suficiente, pero podría complicarse por las lluvias”, apostilla.
Por un lado, se va a arreglar la tubería que comunica el río Huécar con el río Júcar, que va desde la zona del Teatro-Auditorio hasta la ladera de la Puerta de San Juan, concretamente hasta la cascada que se encuentra antes de llegar al Recreo Peral. Y es que, los muretes de ladrillo y losas de hormigón que protegen esta tubería de hormigón durante los 275 metros que recorre han sufrido daños durante las últimas crecidas.
Al mismo tiempo, se harán reparaciones en la conducción que trae el agua desde el manantial de Royo Frío, en Villalba de la Sierra, hasta la capital conquense. Aquí, con las últimas lluvias torrenciales que han provocado la crecida del río se han producido entradas de aguas del Júcar a la red de agua potable. Esto ha contaminado y ensuciado la canalización lo que ha obligado a vaciar los depósitos de la capital o emplear una cloración mayor para que sea apta para el consumo.
El problema radica en las rejillas o aliviaderos de esta canalización que, en lugar de evacuar agua al río si hay una crecida, han funcionado al revés, dejando entrar agua del río. Para subsanar este problema se van a colocar unas válvulas de clapeta o antirretorno que impedirán que entren aguas sucias a la red de abastecimiento, pero esta sí podrá evacuar al Júcar. Además, se va a instalar una nueva puerta de metal “que selle bien el hueco del registro para que no se produzcan filtraciones”, explica Martínez.
Estas actuaciones de “mantenimiento reactivo” evitarán males mayores y es que si no se hubiera actuado en el muro y las losas de la primera canalización podría haberse producido alguna rotura lo que habría provocado cortes en el suministro de agua a una parte importante de la ciudad. Además, se alivia el trabajo del servicio de aguas cuyos empleados no tendrán que estar pendientes de si los depósitos se contaminan o no por estos motivos. “Se facilita la gestión del ciclo integral del agua”, concluye Martínez.