26 días cumple este martes al frente de la limpieza viaria de la ciudad la nueva empresa concesionaria del servicio, FCC, y según asegura el alcalde, Ángel Mariscal, ya hay vecinos que le han felicitado por la nueva gestión, algo que incluso “se huele” y que está propiciando que las calles y aceras estén más limpias gracias especialmente a los baldeos con detergente que se están realizando, en estos primeros días en barrios como Fuente del Oro y La Paz a los que próximamente seguirán San Antón y Tiradores.
Un refuerzo de la plantilla de 17 trabajadores y la adquisición de nueva y más eficiente maquinaría estarían detrás de esta mejora de la limpieza, aunque desde la empresa piden “paciencia” para que la ciudad llegue al estado que sería deseable ya que reconocen que se han encontrado “no un abandono, pero sí dejadez en algunas zonas y va a costar ponernos al día”.
En el caso de la nueva maquinaria, presentada este martes a los medios de comunicación en un acto celebrado en la plaza de España que ha incluido una exhibición, se trata de catorce carritos portacubos, “versátiles y ligeros” que favorecen su movilidad por calles estrechas como las del Casco Antiguos o Tiradores, ocho equipos sopladores y cuatro desbrozadoras; máquinas que apuestan por las energías limpias y renovables, como las baterías eléctricas recargables, lo que entre otras cosas reduce el impacto acústico, que pasa de los cerca de cien decibelios a los ochenta.
Y una gran novedad es la máquina quitachicles, que a través de un líquido suprime los chicles que adheridos al pavimento que afean la vía pública. Una “lenta y delicada labor” ya que hay que ir uno por uno, pero se puede retirar un chicle cada 20/30 segundos. La idea es empezar a utilizarla sobre todo en zonas patrimoniales del Casco Antiguo y en Carretería y, poco a poco, ir ampliando zonas.
También, en la empresa han señalado que hay 88 personas que se están dedicado a repasar la limpieza de zonas de mucho tránsito de visitantes como el Camino de San Isidro o el Camino de los Jerónimos.
La nueva gestión de la limpieza coincide con la puesta en marcha de una campaña denominada ‘Cuenca más limpia, patrimonio de todos’, a través de la que se pretende concienciar a la población de que entre todos hay que mantener limpia la ciudad, utilizando por ejemplo las papeleras para depositar papeles y chicles.