La mantilla negra, un símbolo de respeto, luto y tradición en Jueves Santo
Resulta asombroso comprobar cómo con el paso de los siglos se han conservado intactas diversas tradiciones propias de Semana Santa y, sin embargo, la de lucir mantilla negra el Jueves Santo se ha dejado morir en la ciudad de Cuenca. Y es que, esta costumbre sufrió a principios de los años 70 una clara decadencia en la capital y la provincia, pero hasta entonces simbolizó vistosidad por la calidad y nobleza de los materiales que las mujeres lucían para visitar los Monumentos y asistir a los Santos Oficios. Ante este decaimiento, un grupo de 19 mujeres conquenses de la mano del diseñador Eduardo Ortega decidieron en 2021 recuperar esta costumbre que en los últimos años ha vuelto a resurgir en la ciudad de las Casas Colgadas pero, ¿cuándo y cómo debe vestirse una mujer de mantilla?
Para conocerlo de cerca, el modisto Eduardo Ortega explica el proceso de confección de este vestido, hace un repaso por los accesorios que deben acompañarlo y las claves de estilo a seguir. Si bien, antes de entrar en detalles es necesario tener en cuenta que el traje de mantilla negra es símbolo de respeto, por lo que no es conveniente vestir así fuera del contexto religioso y únicamente debe llevarse durante el día.
El vestido debe ser “muy sencillo, de corte recto, sobrio, con escote prudente, preferiblemente sin encajes y de manga larga o media manga”, especifica Ortega, quien en caso de que sea él quien los confeccione prefiere decantarse por tejidos como el terciopelo, crepe o sedas. Y es que, de su atelier ya ha salido uno de estos atuendos que una conquense lucirá esta Semana Santa. En este sentido, el proceso de confección arranca con la toma de medidas que después se trasladan a los patrones. Más tarde se hilvanan todas las piezas y la clienta deberá acudir a dos pruebas para adaptarlo a su figura.


Por otro lado, el vestido no sería nada sin la mantilla y la peineta sobre la que se coloca que, a ser posible, debería ser de carey aunque, desde hace años, está prohibida la venta de este material y en su lugar se utilizan las de acetato. A parte de esto, “deberían utilizarse guantes cortos negros de rejilla y no de encaje, medias negras no tupidas y zapatos de tacón negros y cerrados”, especifica Ortega. En cuanto a las joyas, siempre deben lucirse pendientes de plata y un discreto colgante con motivos religiosos. Si bien, “estas son normas muy estrictas pero puede haber pequeñas variaciones”, apostilla. En lo que respecta al maquillaje, la norma básica y fundamental es la sutileza, sin emplear sombras marcadas ni tonos fuertes en los labios ya que manda “la naturalidad”, recalca Ortega.
Por último, teniendo en cuenta que en la actualidad siempre llevamos encima nuestro teléfono móvil y diversos objetos personales, está permitido el uso de un bolso negro discreto, pequeño y sin adornos.
Con todo, Eduardo Ortega aboga por recuperar esta tradición porque esta prenda en Semana Santa cobra un sentido especial y tiene un espíritu propio cada Jueves Santo. Por ello, anima a todas las conquenses a acudir a los monumentos y a los Santos Oficios luciendo la mantilla negra en señal de respeto y luto por la muerte de Cristo.
