La magia ha vuelto este sábado a las calles de Cuenca con la tradicional Cabalgata de los Reyes Magos, que como principal atractivo ha contado con tres originales carrozas decoradas con caballos alados que han trasladado por el recorrido habitual, entre el Recinto Ferial y la plaza de España, a los esperados Melchor, Gaspar y Baltasar.
Más de 1.500 kilos de caramelos se han repartido desde las nueve carrozas que han formado parte del desfile y que han contado con la participación de decenas de niños de distintas asociaciones vecinales de la ciudad, todos ellos disfrazados con trajes típicos navideños.
El desfile se ha abierto con la Banda Municipal de Música de Cuenca y, junto a carrozas como la del portal de belén, también ha habido varios pasacalles (patinadoras de la asociación Palanca Teatro, muñecos de navidad, muñecos de nieve, minums, cisnes, zancudos, gigantes, cabezudos) y el acompañamiento de la música de los dulzaineros de Tiruraina.
A destacar asimismo la presencia de numerosos pajes en caballos cedidos por el Club Hípico Fierro e Hípica Zurbarán.
Todo para ilusionar a los cientos de conquenses, entre ellos muchísimos niños, que se han concentrado en las aceras al paso del desfile en una tarde-noche que no ha arrancado excesivamente fría, al iniciarses poco después de las seis y media de la tarde con el sol recién escondido, aunque las temperaturas han ido bajando a medida que la cabalgata completaba su recorrido.