La madrugada del Viernes Santo en la capital conquense se ha saldado con un total de once incidencias, según ha informado a las 8 de la mañana la Policía Local de Cuenca.
Noche de Turbas, por lo tanto, tranquila, a pesar del gran número de visitantes que ha registrado la ciudad para asistir a la procesión Camino del Calvario, que, por cierto, se está desarrollando con normalidad.
De las once incidencias, tres han requerido traslado a centro de salud y dos a Urgencias del hospital Virgen de la Luz.
No es de extrañar que el alcalde de la ciudad, Darío Dolz, mostrara su satisfacción sobre el desarrollo de la madrugada del Viernes Santo, que no ha dudado en calificar de "tranquila" y "llena de emoción" después de cuatros años sin que esta procesión saliera a las calles, al tiempo que ha querido agradecer a los turbos el comportamiento de esta noche.
El regidor conquense ha llamado la atención, además, no solo por el bajo número de incidencias registradas, sino por el hecho de que la gran mayoría hayan sido de escasa importancia.