La luz del Hosanna baña Cuenca y la llena de Semana Santa
Rápido, multitudinario y vistoso. Así ha sido el desfile procesional del Hosanna, que ha llenado de Semana Santa las calles de Cuenca en este Domingo de Ramos. La procesión comenzaba puntual, a las 9:30 y tras la ya tradicional llamada a las puertas de San Andrés por parte del presidente de la JdC, Jorge Sánchez, y el secretario de la V. H. de Jesús entrando en Jerusalén y Ntra. Sra. de la Esperanza, Carlos Pontones.
El paso por Solera y Alonso de Ojeda hasta la Puerta de Valencia, donde esperaba la Escolanía Ciudad de Cuenca para cantar al paso de las Sagradas Imágenes, fue fluido y elegante. Dejó el desfile en esta zona detalles de destreza de los banceros, como la bajada por las escaleras de San Andrés o la curva del Peso con Madre de Dios.
Bien organizado también el paso de la procesión por Las Torres y Aguirre, donde se incorporaron cientos de conquenses con sus palmas y ramos, en una representación mucho más numerosa que en años anteriores.
También fue más numeroso que otros años el público congregado a lo largo de todo el recorrido, algo que se notó ya de inicio. Y mención especial para la larguísima fila de niños tras el Guión de la Hermandad, demostrando un año más que la Semana Santa de Cuenca tiene mucho futuro.
Tras pasar por Carretería y Calderón de la Barca a buen paso y con tiradas largas y hermosas por parte de los banceros de ambos pasos, el cortejo llegaba al Puente de la Trinidad pasadas las 10:30 horas y regaló una subida preciosa, destacando especialmente el paso de la Virgen por las curvas de la Audiencia y la subida de la Borriquilla.
Flanqueado por la multitud, el desfile llegaba en hora a la bendición de palmas en San Felipe, donde se congregaba el gentío tanto a pie de calle – respetando las restricciones de aforo en todo momento – como desde las barandas del colegio La Milagrosa y la que hay sobre el parking de Mangana. En la liturgia de la bendición de ramos cantó la Escolanía de Ntra. Sra. de la Soledad de San Agustín; monseñor Yanguas llamó a nazarenos y conquenses a vivir la Semana Santa desde la fe y a no quedarse en el folclore.
Tras una vistosa subida por Alfonso VIII, el cortejo entraba en una abarrotada Plaza Mayor pasada la una del mediodía, para finalizar en el interior de la Catedral poco antes de las 13:30 horas.
El Hosanna de 2019 contó con varios momentos de gran emoción, como la entrega – por parte de varios niños de la Borriquilla – de un detalle floral a las RR. MM. Concepcionistas de la Puerta de Valencia, en agradecimiento por cuidar los enseres de la Hermandad todo el año y a las Sagradas Imágenes en Cuaresma.
También fue especialmente emocionante el homenaje en la Hispanidad al fallecido José María Escudero y el recuerdo en el Monumento al Nazareno al antiguo secretario de la Hermandad, Juan Carlos Jiménez, fallecido esta madrugada (por él, el banzo izquierdo de La Borriquilla llevó una almohadilla más, con crespón negro y una rosa blanca). Y muy emotivo fue el paso bajo arcos de Borriquilla y Esperanza, un año más bajo una lluvia de hojas de olivo y pétalos de rosa.
Mención especial para la primera aparición esta Semana Santa de la Banda de la JdC, dirigida por Francisco Javier Poyatos, y de la Banda Municipal de Música de Cuenca, dirigida por Juan Carlos Aguilar. Sonaron ambas mucho y bien, acompañando al cortejo con momentos musicales de gran belleza. Sonaron marchas como Al Señor del Rescate, A los pies de Sor Ángela, El Sacramento de Nuestra Fe, De vuelta al Porvenir o Caridad del Guadalquivir en la Banda de la JdC; y Cristo del Amparo, El Evangelista, Concha, Lágrimas de San Juan o La Palma al Viento en la Municipal.
