Los no residentes en el Casco solo podrán aparcar en los parkings de Mangana, San Pedro y el Castillo

Solo el barrio del Castillo, a partir del arco de Bezudo, se queda fuera de la modificación parcial de la ordenanza de tráfico aprobada en el pleno municipal celebrado el pasado 7 de junio y que ha sido publicada este lunes en el Boletín Oficial de la Provincia.
Una modificación que, entre otras cosas, limitará las cerca de 300 plazas de aparcamiento al aire libre ubicadas en el resto del Casco Antiguo, entre la Puerta de Valencia y el puente de la Trinidad y el citado barrio del Castillo, a los residentes de esta zona declarada Patrimonio de la Humanidad. Se trata de una serie de plazas que, en algunos casos, como el Carmen o Trabuco, ya están limitadas a los vecinos a través de bolardos automáticos, pero no así en otros espacios como el entorno de El Salvador, Matadero Viejo, General Santa Coloma o Retiro, donde hasta ahora se permitía aparcar también a no residentes.
De esta manera, los conquenses no residentes en el Casco y visitantes solo podrán aparcar en los aparcamientos de pago de Mangana y San Pedro, o en el gratuito del barrio del Castillo. Y la idea, además de erradicar con esta nueva normativa la práctica de aparcar en la Plaza Mayor, es cortar el tráfico una vez que estas tres infraestructuras se encuentren ocupadas y tener controlado el acceso de todos los vehículos no autorizados a través de las anunciadas cámaras para que ninguno de ellos pueda demorarse más de 20 minutos desde que entra en la zona regulada hasta que sale de ella o estaciona en los citados aparcamientos de Mangana, San Pedro o el Castillo.
El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, apuntó tras la aprobación de este cambio de la ordenanza con los votos a favor de los diez concejales del PP y la abstención del resto que iba a permitir “tomar medidas como nunca antes se había hecho”, lo que a su entender “redundará en la solución de muchos problemas que vienen de atrás”.
Durante el pleno, también se señaló que se estudiaría, ya de cara al futuro y en función de los resultados del Plan de Movilidad Urbana Sostenible y del impacto de estas primeras medidas, la posibilidad de establecer una zona verde y una zona azul en el barrio del Castillo.
Respaldo de los vecinos del Casco
Estos cambios en la regulación del trafico cuentan con el respaldo de los vecinos del Casco Antiguo, que llevan varios años quejándose de la falta de aparcamiento y criticando que se les multe cuando, al verse si lugar donde aparcar, estacionan sus vehículos en lugares no habilitados para ello para realizar tareas de carga y descarga.
“Hay que darle una solución al Casco, que en su día se construyó como fortaleza, porque no hay plazas para que aparquen los vecinos y el tráfico que está habiendo genera mucho caos, incluido varios atropellos en San Pedro por la estrechez de las aceras”, señala el presidente de los vecinos del Casco, Juan del Arce.
Del Arce entiende que, a través de un estudio de viabilidad, además de esta medida debería estudiarse habilitar nuevas plazas de aparcamiento en el Casco, en concreto en terrenos como frente al parking ya existente en el barrio del Castillo o tras el cementerio de San Isidro, pero con las plazas actuales considera necesaria esta discriminación positiva hacia los habitantes de esta zona de la ciudad.