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Los libreros “respiran” gracias a las ventas de los libros de texto

Los establecimientos especializados logran enderezar así unos negocios que, como la mayoría, “languidecen”
Los libreros “respiran” gracias a las ventas de los libros de texto
Librería Evangelio.
07/09/2019 - Gorka Díez

La vuelta al cole, ya se sabe, tiene un gasto. Un desembolso que solo en libros de texto oscila entre los 120 y los 220 euros por alumno, a lo que una vez que arranquen las clases se añadirán libros de lectura y, durante todo el curso, material como cuadernos, bolígrafos, lapiceros, carpetas o mochilas, sin olvidar las necesarias playeras y el chándal de gimnasia.

Se trata de un gasto que no pasa desapercibido para las familias, y que además aumenta cada año, pues de cara al curso escolar 2019/2020 el precio de los libros de texto ha subido un 1,6 por ciento, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el que se han analizado más de 4.000 textos de lectura y cuadernos de ejercicios que hacen que el gasto medio por alumno ascienda a 198 euros.

Pero lo que es un gasto para las familias supone un respiro para las librerías de la provincia, sobre todo aquellas especializadas en la venta de este material escolar, como la Librería Evangelio, en la plaza de la Hispanidad, donde, en un momento en el que el comercio local “languidece” ante la competencia de las ventas online, en estos días de septiembre respiran cierto optimismo.

“Es nuestro mejor momento del año y gracias a ello resistimos pese a que en Cuenca no dejan de cerrar negocios con el agravante de que, cuando cierra una zapatería, no abre otra, porque cada vez es más difícil que la gente se anime a abrir una tienda”, advierte Fernando Evangelio.

Aunque hay padres que, tratando de abaratar costes, adquieren este material escolar en plataformas como Amazon, librerías como Evangelio siguen teniendo una clientela fiel gracias a la comodidad y la seguridad de que los libros coincidirán con los seleccionados por el colegio o instituto donde el alumno curse sus estudios.

“Sabemos de gente que otros años ha adquirido los libros por Amazon pero el ISBN que tenían para hacer el pedido no estaba actualizado, por lo que les llegaron libros de cursos anteriores, de modo que sus hijos llegan al colegio y se encuentran con que el libro no es el mismo que el de sus compañeros”.

Lo que en principio iba a resultar más económico, puede salir así más caro, dada la complejidad de devolver los libros por internet.

“Mucha gente que ha probado en internet vuelve a las librerías. Nosotros somos previsores y empezamos la campaña en mayo, contactando con los colegios para tener correctos todos los datos de los libros. Y llamando a nuestros clientes fijos, que confían en nuestro sistema y a los que guardamos los textos”.

Evangelio sí que reconoce que el precio de los libros está aumentando en los últimos años, pero considera que tampoco de un modo exagerado, entre un 1,5 o un 5 por ciento, según el caso. “Un libro que el curso pasado valía 27 euros a lo mejor ahora puede costar 28 euros, pero tampoco más. Y hay también muchos que se mantienen”.

Coleccionables

Junto a las ventas de libros de texto, aunque en menor medida en este arranque de septiembre son también importantes las de coleccionables que se venden en los quioscos, productos para todo tipo de público, de niños a mayores, que dinamizan un poco unos negocios muy mermados por la caída de la venta de los periódicos y revistas en papel. Claro que, en este caso, las posibilidades de facturación son mucho más modestas y no deja de ser algo muy puntual debido a que, según es costumbre, el primer número de estos coleccionables suele llegar a agotarse al salir a la venta a un precio muy económico (en estos días se pueden encontrar, por ejemplo, libros infantiles a dos euros y juveniles a tres) pero luego, al mutiplicarse o triplicarse el precio, no es fácil que la gente se anime a completarlos.