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Covid-19

Lavandería Amiab, un centro especial de empleo en lucha contra la Covid-19

Aunque mantiene solo el 20% de su actividad, continúa lavando ropa de residencias de mayores, centros sanitarios y recursos para personas sin hogar
Fotos: Amiab Cuenca
16/04/2020 - Dolo Cambronero

Son otros de los héroes anónimos que luchan cada día contra la pandemia, prestando un servicio fundamental durante esta emergencia sanitaria provocada por la Covid-19. En la Lavandería Amiab, un centro especial de empleo situado en Cuenca capital y en el que trabajan personas con discapacidad, siguen lavando y desinfectando la ropa de distintas entidades aunque ha bajado considerablemente su actividad durante el estado de alarma debido al cierre de hoteles y restaurantes, que suponían el 80% de su clientela.

La lavandería pertenece al Grupo Amiab, una entidad de economía social con sede en Albacete y que cuenta con más centros en diferentes ciudades, y que busca la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad.

El director de Lavandería Amiab, José Luis San Blas Moreno, precisa que el 80% de la actividad de la lavandería procedía de hoteles y restaurantes mientras que el 20% restante era ropa sanitaria y de residencias de ancianos.

“Con el cierre de hoteles y restaurantes tras el estado de alarma, toda esa ropa se nos ha caído. Nos hemos quedado más o menos con el 20% de la actividad”, explica.

Antes del caos provocado por esta enfermedad que tiene en vilo a todo el planeta, la lavandería contaba con una plantilla de 25 empleados. Tras el estado de alarma, 18 de ellos se han visto afectados por un Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) y los siete restantes están trabajando al 50%.

El responsable detalla que ahora solo trabajan tres días a la semana (lunes, miércoles y viernes), en turno de mañana, en jornadas de seis horas y media.

En la actualidad, la lavandería continúa dando servicio a varias entidades y dependencias, entre ellas una residencia de ancianos de Cuenca y otra de Toledo, ciudad a la que continúan yendo “para no dejar sin servicio al centro”.

Además, también están colaborando con el hospital de Cuenca haciéndose cargo del lavado de la ropa de los centros de salud de la provincia pertenecientes al Sescam, una tarea de la que antes se ocupaba la propia lavandería del Virgen de la Luz, que ahora está desbordada por la situación. “Nos preguntaron si podíamos echar una mano”, relata.

En el apartado sanitario, también lavan la ropa de la clínica Recoletas en Cuenca, donde se han derivado enfermos leves del hospital de la capital.

Por otro lado, desde el Área de Intervención Social del Ayuntamiento de Cuenca también les pidieron que se hicieran cargo de la ropa de los dos recursos que ha habilitado el Consistorio para gente sin hogar durante la emergencia sanitaria.

Finalmente, Lavandería Amiab también trabaja con el Ayuntamiento de Madrid para la llamada campaña de frío, que ofrece durante los meses de invierno recursos de acogida para personas sin techo. José Luis San Blas matiza que este programa se prolongaba habitualmente hasta mediados de marzo aunque este año se ha ampliado hasta el 31 de mayo debido a las circunstancias “para que la gente tenga un sitio donde dormir”. “La ropa de cama y de baño la seguimos lavando”, señala.

"Motivados, contentos y con mucha fuerza"

El 100% de la plantilla de este centro está formada por personas con discapacidad, recuerda San Blas Moreno. “Son momentos difíciles. Si cabe, la situación es un poco más complicada que en una empresa ordinaria”, reconoce el director.

Por ello, se ha adaptado la actividad al momento actual para dar servicio a los pocos clientes que quedan ahora, extremado las precauciones al máximo y proporcionando equipos de protección individual al personal. Y para no correr riesgos, indica que cuando comenzó esta situación hubo que retirar a los empleados que tenían alguna discapacidad o afección grave a los que pudiera afectar especialmente el virus con el fin de “intentar preservar la salud de los trabajadores”.

Desde la lavandería subrayan que los trabajadores están “motivados, contentos y con mucha fuerza”. El director del centro muestra su agradecimiento hacia estos empleados que están dándolo todo en estos momentos tan complicados.