Eran otros tiempos. Cuando Josefa Ramiro Hernández (1950) estudiaba Medicina en la Universidad Complutense de Madrid en la década de los setenta, solo ocho de los 38 estudiantes eran alumnas. Una circunstancia que no intimidó a una joven entusiasta que se decantó por una especialidad quirúrgica en una época en la que las féminas eran minoría en estas disciplinas, convirtiéndose en la primera mujer neurocirujana de España.
Abuela de una de las alumnas del IES 'Alfonso VIII' de Cuenca capital, esta pionera ha participado este viernes en una mesa redonda organizada por el instituto con motivo del Día de la Mujer y que ha contado con otras dos integrantes de la comunidad educativa del centro: la arquitecta Carmen Mota Utanda, madre de otra estudiante; y la profesora Mayte Segovia Vargas, que es licenciada en Historia y tiene una doble ingeniería.
Ramiro Hernández, que ha desatado numerosos aplausos del público a lo largo del acto, ha relatado que, en sus comienzos, había muchas menos mujeres en todas las especialidades médicas y, especialmente, en las quirúrgicas. “Pero yo tuve la suerte de encontrar hombres que me apoyaron y me facilitaron muchas las cosas. Por ejemplo, mi jefe de servicio, que fue quien confió en mí para dejarme hacer la especialidad de Neurocirugía, era una persona muy especial, formada en la Institución Libre de Enseñanza y con una mentalidad que no era la de la España de esa época”, ha contado a Las Noticias de Cuenca..
Nacida en el pueblo cacereño de Portezuelo aunque ha vivido siempre en Madrid –en la actualidad reside en Cuenca, donde vive su hija, también médica–, empezó a ejercer la Medicina en el hospital Gregorio Marañón en el año 1974, cuando tenía 24 años. “A lo largo de mi carrera he tenido momentos muy difíciles con personas muy desagradables. Pero como todas las mujeres de mi edad. Aunque las personas que realmente estaban en posición de acosarme no me acosaban, con lo cual, con el resto, no había problemas. Una se defendía”, ha recalcado.
Pero también ha tenido muy buenos momentos: a los 26 años, la entrevistó Josefina Carabias, abogada española y pionera del periodismo. “Fue todo un honor”, ha subrayado Ramiro Hernández, que tenía familiares médicos que le pudieron inspirar aunque antes de inclinarse por los estudios de Medicina, pasó por muchas etapas. “Cuando tenía 15 o 16 años, quería hacer muchas cosas. Historia del Arte, Literatura, Física, Arqueología...”, ha bromeado.
Pero al final se animó a hacer Medicina y optó por Neurocirugía, una especialidad que reconoce que es muy complicada pero que se va aprendiendo progresivamente a lo largo de los años. “Aunque dentro también hay subespecialidades porque se requiere mucha experiencia para tratar determinadas cosas, llega un momento en que estás capacitada para hacer casi todo”, ha apuntado la facultativa, que también ha sido docente en la Universidad Complutense de Madrid.
Profesionales como esta neurocirujana, la arquitecta Carmen Mota Utanda y Mayte Segovia Vargas se erigen como referentes femeninos en unos ámbitos, el científico y el tecnológico, tradicionalmente masculinizados. Consciente de que su experiencia puede servir para inspirar a las jóvenes de hoy, Ramiro Hernández les ha mandado un mensaje. “Que estudien, que trabajen mucho y sean económicamente independientes”.