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Participación ciudadana

El laboratorio ciudadano recibe más de 20 ideas para mejorar la capital

Talleres intergeneracionales y bancos abatibles, entre las propuestas que han presentado los vecinos al proyecto que ha puesto en marcha Aframas
Fotos: Saúl García
20/10/2021 - Dolo Cambronero

Para, siéntate, descansa, coge impulso, continúa”. Subiendo por la empinada cuesta de la calle Santa Coloma al Casco Antiguo de Cuenca, un cartel con estas palabras invita a adentrarse en las instalaciones de la Asociación Fray Serafín Madrid Soriano (Aframas), colectivo que trabaja con personas con discapacidad y que acaba de poner en marcha un laboratorio ciudadano, un espacio de encuentro para construir redes y desarrollar iniciativas que mejoren la calidad de vida de los conquenses.                 

Este laboratorio ciudadano es uno de los nueve proyectos que han salido adelante en la convocatoria de 2021 del programa Semillas, promovido por el Ayuntamiento de Cuenca. En un principio, la intención de Aframas era abrir a toda la ciudadanía sus talleres ocupacionales de carpintería, encuadernación, técnica láser y jardinería con el fin de desarrollar en la capital acciones colectivas que transformen los barrios en unos lugares más acogedores e inclusivos.   

Pero la idea fue creciendo tras sumarse al pilotaje del proyecto ‘Construye comunidad’ de Plena Inclusión -Aframas forma parte de este colectivo- y conocer la iniciativa de los Laboratorios Ciudadanos Distribuidos -impulsados por el Ministerio de Cultura y Deporte y Medialab Prado-, a través de la cual también se han formado para conocer su funcionamiento y ponerla en marcha en Cuenca.      

 

El laboratorio ciudadano recibe más de 20 ideas para mejorar la capital

Maduración de la idea

“En Semillas nos han ayudado a reflexionar y madurar la idea inicial del proyecto, que buscaba la participación vecinal y abrir nuestro espacio. Nos han enseñado herramientas de reflexión, de detección de problemáticas, de búsqueda de soluciones y de evaluación”, explica Cristina Muñoz, directora técnica de Aframas. 

“El laboratorio ciudadano es un espacio de aprendizaje compartido. Buscamos unir fuerzas a través de la inteligencia colectiva para que se generen ideas productivas e innovadoras para la ciudad”, hace hincapié Muñoz. El objetivo final es crear redes de colaboración para poder hacer realidad las iniciativas que se propongan.

Pero ¿qué propuestas tienen cabida en este laboratorio? Desde Aframas hacen hincapié en que cualquiera que tenga como fin “mejorar la calidad de vida de las personas, de nuestros barrios y de nuestra ciudad”. Así, puede abarcar desde actividades de convivencia que permitan conocer a los vecinos y sus necesidades hasta iniciativas culturales como exposiciones, charlas o proyecciones, entre otras muchas propuestas. 

 

El laboratorio ciudadano recibe más de 20 ideas para mejorar la capital

El colectivo abrió un plazo para recopilar propuestas que ayudaran a “construir comunidad”, habiendo recibido un total de 24 ideas. Una de ellas procede del propio taller ocupacional de carpintería que se desarrolla en estas instalaciones y consiste en la fabricación de un prototipo de bancos abatibles que se pudieran colocar en barrios de Cuenca con pendiente -como Tiradores, San Antón o el propio Casco Antiguo- para que los vecinos que lo necesiten puedan utilizarlos para descansar. 

“Nos da mucha pena ver a las personas mayores apoyarse en los portales, dejando la compra en el suelo... Habría que ver de qué manera se puede colocar un banco en una fachada que no moleste al tránsito, buscar sitios estratégicos y trabajar con el Ayuntamiento para ver si es viable su instalación”, indica.       

Otra propuesta fue el desarrollo de talleres intergeneracionales con el fin de que personas mayores ayuden a transmitir tradiciones que se están perdiendo, como dichos o recetas, al tiempo que estas se sienten útiles para la sociedad.

Asimismo, la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo también les ha solicitado este inmueble para utilizarlo como espacio de encuentro dado que no cuenta con una sede como tal, al igual que le ocurre al otro colectivo del barrio histórico de la capital, el que aglutina a los habitantes del Salvador.

 

 

El laboratorio ciudadano recibe más de 20 ideas para mejorar la capital

Selección de ideas 

Aframas va a seleccionar ahora las propuestas más prácticas y viables, las cuales tiene previsto dar a conocer en breve para que las personas interesadas puedan sumarse a ellas. “Creo que vamos a poder llevar todas a cabo pero habrá que priorizar y ver por dónde empezamos”, matiza Muñoz. El plazo que se han fijado es que los talleres de producción se desarrollen ya a partir del 15 de noviembre.

“Con la pandemia, surgieron redes de apoyo vecinal. El laboratorio sería una más. Hemos enseñado el espacio a muchos colectivos de la ciudad y les ha gustado. Ahora falta que la gente se involucre con estas propuestas y participe”, anima Muñoz, que recuerda que los talleres ocupacionales que desarrolla Aframas con sus usuarios estarán abiertos a toda la ciudadanía. “Antes venía algún vecino para restaurar algo. A partir de ahora no queremos ver muebles en la basura. Apostamos por la economía circular”.

Otra de sus ideas es montar también en este edificio de la calle Santa Coloma una ludoteca para que los más pequeños tengan un espacio de juego mientras sus padres participan en otras iniciativas de este laboratorio ciudadano.   

“El Casco se está quedando vacío. Casi todo son casas turísticas. Queremos devolver vida al barrio promoviendo iniciativas para que venga gente de otras zonas de Cuenca. Estamos abiertos a toda la ciudad”, hace hincapié.

Una vez que hayan seleccionado las propuestas y establecido un calendario para desarrollarlas, los propios usuarios de los talleres ocupacionales “saldrán a la ciudad a difundir cada proyecto que se vaya a llevar a cabo y a buscar a gente que quiera participar”. 

 

 

“El Casco se está quedando vacío. Casi todo son casas turísticas. Queremos devolver vida al barrio promoviendo iniciativas para que venga gente de otras zonas de Cuenca"

EXPERTOS EN CONVIVENCIA

“Las personas con discapacidad son expertos en convivencia. Nos darían soluciones a problemas cotidianos mucho mejor que otra gente”, subraya la directora técnica de Aframas, un colectivo que aglutina a 45 usuarios  y 35 profesionales de apoyo, y cuenta también con una residencia en la que viven estas personas.

Juanfran, de 42 años y uno de los miembros del taller de carpintería, quiere que el espacio se llene de vida y venga gente de toda la ciudad: “Y que nos miren más allá de la discapacidad, que aportamos mucho y queremos hacer cosas bonitas por el barrio”.    

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