Hacer de Cuenca una ciudad más peatonal, en la que los peatones tengan preferencia sobre los vehículos, fue una de las demandas del taller sobre movilidad que en octubre de 2015 organizó el Ayuntamiento de Cuenca y uno de los retos que para la presente legislatura se ha marcado el actual alcalde, Ángel Mariscal.
Sin embargo, cumplidos ya dos años de legislatura, además de la incertidumbre que sigue pendiendo sobre Carretería como consecuencia de las señales de apertura al tráfico de esta céntrica vía instaladas hace ahora un año – a las que de momento no se ha dado no obstante ningún uso– por el momento solo hay una pequeña vía que el equipo municipal ha decidido cerrar al tráfico y convertir en peatonal, cuyas obras se iniciarán de forma inminente.
Se trata del tramo de unos 50 metros de largo de la calle Federico García Lorca entre Ramón y Cajal y Camino Cañete. Con su peatonalización, se ampliará así el tramo de esta vía peatonalizado en 2009, también con el PP en el gobierno del Ayuntamiento, aunque la calle permanecerá partida por un paso de cebra en altura.
Entre los empresarios y algunos vecinos de esta calle consultados por Las Noticias, lo cierto es que no hay unanimidad en torno a la conveniencia del cierre al tráfico de este tramo de vía. Los hay que están a favor, ya que reducirá la contaminación acústica, pero también en contra, en este caso porque conllevará la eliminación de una veintena de plazas de aparcamiento –que aunque pocas al ser zona ORA tenían mucha rotación y algunos vecinos utilizaban para dejar su coche frente a su portal y poder cargar y descargar sin problemas– y temen que pueda complicar el tránsito de vehículos, algunos de los cuales giraban por esta calle para llegar a Camino Cañete y a partir de ahora ya solo pueden hacerlo a través del cruce donde está ubicada la pastelería la Golondrina, entre Ramón y Cajal y la calle Poeta Diego Jesús Jiménez.
Paso del tráfico difícil
Eso sí, en general mayoría de vecinos y comerciantes reconoce que el paso de vehículos por esta calle era muy complicado dada la estrechez de la vía y el hecho de que se permitiera aparcar a ambos lados, lo que según recuerdan ha provocado numerosos roces y hasta golpes de vehículos. Aunque la opinión mayoritaria era que debía haberse suprimido una fila de aparcamientos pero haberse mantenido la otra, lo que hubiera permitido ampliar una acera y mantener tanto el aparcamiento como el paso de coches.
Otros vecinos muestran sus reticencias a esta peatonalización al considerar que esta calle no es para nada una calle comercial, al haber ubicados en ella únicamente dos peluquerías y un bar y no haber ningún otro bajo comercial disponible para poner en marcha un negocio, por lo que la consideran más una calle de tránsito de peatones que de paseo.
Donde sí muestra una opinión favorable a esta peatonalización es en el único bar ubicado en la calle, El que te dije, abierto desde hace tres años, ya que esto les permitirá, en principio, poder contar con una terraza, algo que habían solicitado hace meses al Ayuntamiento pero que les fue denegado al no haber espacio suficiente. Consideran además que es una calle por la que apenas se metían los coches salvo los que buscaban aparcar. “La mayoría de vehículos siempre ha girado por La Golondrina”, sostienen.
En la peluquería que hace esquina con Camino Cañete, Bus Oran, entienden tanto a los que están favor de esta peatonalización como a los que están en contra. “Algunos se quejan porque ya no van van a poder aparcar, pero hay que reconocer que los coches pasaban muy mal por aquí dada la estrechez. Para mí esto no está ni bien ni mal, y de todas formas da igual que lo opinemos porque ya está programado”, cuentan en este local.
En el medio de la vía, en la otra peluquería, Color, consideran que se podía haber dejado una fila de coches para aparcar, “porque para dos está claro que no estaba preparada”, aunque lo que sobre todo esperan es que las obras contribuyan a hacer accesible el local, situando la acera al mismo nivel de la calzada, pues en la actualidad el escalón hace el local inaccesible para personas con problemas de movilidad cuando para obtener la licencia de obra su promotora tuvo que instalar una puerta totalmente accesible.
En el gimnasio Sun Sports, con entrada por Ramón y Cajal pero parte de cuyo local da a la calle Lorca, confían por su parte en poder aprovechar la peatonalización de la vía para desarrollar alguna actividad deportiva en el exterior, como por ejemplo ejercicios de pesas, aunque considera, que las obras previstas “no parecen la mejor inversión posible” ya que “es una calle con apenas comercios, por lo que apenas va a tener vida”. Consideran así que hubiera sido suficiente con “dejar una sola línea de aparcamiento”.
Otros vecinos consultados por Las Noticias son de la opinión de que, más que peatonalizar este tramo de vía, el Ayuntamiento debería centrarse en “limpiar las calles, que hay que ver cómo están”.