Solo quiere despertarse y “que todo haya sido una pesadilla”. Kateryna Bereza, ucraniana de 31 años residente en Cuenca, siente una “tristeza máxima, rabia e impotencia” tras el ataque de Rusia a Ucrania. “Hay un gran desconcierto porque no sabemos qué va a pasar”, apunta la joven, que está viviendo unos momentos especialmente complicados desde la distancia.
Kateryna procede de Ternópil, una de las grandes ciudades de la parte occidental de Ucrania y alejada de la frontera con Rusia. En un principio, pensaban que no se vería afectada en caso de conflicto. “Pero vemos que los rusos se están expandiendo y están avanzando”, teme la joven, que lleva 20 años en España.
Sus padres y hermanos están también en Cuenca pero sus tíos y primos residen en Ucrania, además de muchos de sus amigos. “Parte de mi familia ha pasado esta noche en un búnker”, cuenta Kateryna, que tiene una niña de 15 meses que estos días está algo alterada. “Seguramente porque nos ve más nerviosos a nosotros. Mi prima también tiene un bebé y están muy asustados y desconcertados allí”, añade.
Aunque la situación recuerda a la vivida entre Ucrania y Rusia en 2014, las cosas parecen más graves: “Esta vez es diferente. Mi tío es militar y estuvo entonces en Kiev. Aunque el conflicto también fue violento, ayer nos dijo directamente: ‘Estamos en guerra”.
Desde el ataque este jueves, está en permanente contacto con su familia y amigos y no deja de buscar información sobre la situación en Ucrania aunque alerta de que están pululando por todas partes “muchas noticias falsas" que acrecientan aún más la angustia.
En el caso de Kateryna, se da además una "dualidad" que aumenta la preocupación porque también tiene familia que vive en Rusia: “No están a favor de lo que está pasando. Es complicado para todos. Tenemos gente en los dos lados".
Intenta pensar en positivo pero admite que le cuesta ser "optimista". "Veo el país desamparado", sostiene. En relación con posibles sanciones a Rusia por parte de la Unión Europea, cree que "no servirían para nada a corto plazo".
Con todo, Kateryna espera que pueda haber una "solución coherente" al conflicto y que el pueblo ucraniano sufra lo menos posible: "Los que estamos fuera tenemos miedo pero más tienen los que están allí".
