La Audiencia Provincial de Cuenca juzga, a partir del próximo 24 de abril, a un exprofesor del Conservatorio de música de la ciudad, acusado de haber abusado sexualmente de varias alumnas del centro a lo largo de varios cursos, para el que la Fiscalía pide condenas que suman 56 años de prisión.
En su escrito de acusación, la Fiscalía de Cuenca considera al procesado autor de varios delitos continuados contra la libertad sexual, contra la libertad e indemnidad sexual por agresión sexual a menor de edad, contra la integridad moral y por exhibición de material pornográfico, durante los años en los que fue profesor de piano en el Conservatorio Profesional de Música 'Pedro Aranaz', entre 1995 y 2015.
La Fiscalía mantiene que el acusado J.M.M.T., de 52 años, en el desarrollo de su actividad docente -en la cual trataba con niños de 8 años en adelante-, sometía a los alumnos "a continuos actos de menosprecio con actitudes marcadamente intimidantes , tales como empleo de tono de voz elevado en las correcciones, así como insultos y golpes a mobiliario , minando con ello la autoestima y voluntad de los mismos".
Decía a los alumnos "que él era el mejor profesor y que sin él no llegarían a ser nada", lo que originó "importantes distorsiones en el desarrollo emocional y afectivo de un número plural de alumnos durante el tiempo que desarrolló su actividad profesional".
A su vez, a las alumnas menores de edad de sexo femenino, "habitualmente les hacía objeto de actos y expresiones con connotaciones marcadamente sexuales, tales como manifestarles la ropa tenían que llevar, que enseñaran las piernas o el pecho, que eran muy guapas o tenían cuerpo bonito, así como referencias explícitas a relaciones sexuales".
En el marco de ese contexto de control emocional generado sobre sus alumnos, el procesado "procedió de forma encadenada, sin solución de continuidad, durante los cursos académicos que impartió clase en el Conservatorio de Cuenca, con la finalidad de satisfacer sus deseos sexuales a someter a las alumnas de sexo femenino a plurales actos atentatorios contra su indemnidad y libertad sexual de diferente intensidad".
Estos actos iban desde manifestaciones verbales "denigrantes y vejatorias" o tocamientos varios, "hasta penetraciones vaginales y bucales, en la medida que se lo permitía el limitado desarrollo psicoevolutivo de las víctimas", indica el ministerio público en su escrito.
Y añade que a otros alumnos "los hacía objeto de humillaciones y acciones vejatorias permanentes y notoriamente perniciosas para su desarrollo psicofísico".
Además de los 56 años de cárcel, la Fiscalía de Cuenca pide que el procesado sea inhabilitado para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de las condena, así como para el ejercicio de cualquier clase de actividad docente.
También demanda que se prohíba al procesado, que está en libertad provisional desde 2015, acercarse a 200 metros de los menores afectados, así como a comunicarse con ellos, y a que se le apliquen medidas de libertad vigilada, de entre 5 a 10 años, con posterioridad a la ejecución de la pena privativa de libertad, en el caso de que sea condenado por el tribunal.
La Fiscalía solicita también que se le condene a pagar una multa de 15 euros diarios durante 12 meses, al pago de otra multa de 15 euros diarios durante 24 meses.
Y como responsabilidad civil, solicita indemnizaciones para las víctimas que suman 46.000 euros, en concepto de resarcimiento por los daños morales que han sufrido.