El patronato de la Fundación Antonio Saura (FAS) rechazó el viernes, con mayoría simple de sus miembros, abandonar el edificio de la Casa Zavala para que el Ayuntamiento lo pueda ceder íntegramente a la Junta de Comunidades para la exhibición temporal de obra del coleccionista cubanoestadounidense Roberto Polo.
Su presidente en funciones, Santiago Catalá, considera que esta decisión, que impedirá la inauguración del museo Polo en Cuenca un día después del de Toledo, fue acertada ya que “la Junta no puede pretender ocupar el edificio desplazándonos a cambio de nada, sin haber negociado con nosotros un convenio de colaboración o un proyecto colaborativo con la Fundación Roberto Polo, y sin que tengamos conocimiento de nada, porque no hemos sido invitados a ninguna reunión para tratar esta cuestión”.
En su caso, asegura mostrarse dispuesto a “dialogar” y tratar de acordar “un convenio de colaboración” con el Gobierno regional, aunque el vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, señalaba este lunes que los patronos habían hecho unos “planteamientos absolutamente inaceptables que cuando menos rozan el intento de chantaje a las administraciones públicas” y que “han violentado la voluntad de dos administraciones”.
Abandono de 2011
En el rechazo a irse del inmueble ha influido el hecho de que el Gobierno regional abandonara el patronato de la FAS en 2011, apenas tres años después de haber apostado por ella con el fin de preservar el legado de Antonio Saura, dejándola además sin una subvención que rondaba los 160.000 euros anuales que la puso contra las cuerdas y desembocó en impagos a los trabajadores y el cierre del museo en 2015.
“La Junta pierde toda la credibilidad en proyectos a largo plazo cuando apostó y fue promotora de la Fundación Antonio Saura y luego la abandonó. Y ahora intentan vender otro proyecto cuando han abandonado el anterior. Las instituciones se tienen que hacer respetar cumpliendo con sus obligaciones y tienen que tener principios y seguirlos con criterio: estos bandazos de todo o nada hacen que se pierda la confianza”.
Catalá reconoce que “no nos dio mucho gusto” que el Ayuntamiento cediera durante varios meses de 2018 la Casa Zavala a la Junta para una exposición de Sorolla, pero “lo aceptamos. Pero una cosa es una exposición de tres o cuatro meses y otra un proyecto de ocho años o de cuatro años mas otro cuatro prorrogables, porque eso supondría nuestra desaparición”. Algo a su entender que sería “ofensivo y vejatorio para la memoria de Antonio Saura y la ciudad”.
“Intereses en el mundo del arte”
El vicepresidente primero del Gobierno regional hacía referencia también este lunes a los “intereses en el mundo del arte” de algunos de los patronos de la FAS, pero Catalá asegura que su “interés económico” es “que Cuenca se desarrolle, no siga sufriendo las injusticias constantes en el reparto de titulaciones, no se desangre en cuanto al agua, con pueblos más viejos, despoblados e inviables cada vez o con una juventud que estudia fuera y no vuelve jamás”.
Considera además que las obras de Roberto Polo pueden exponerse en otros lugares distintos a la Casa Zavala. “Hay mil sitios. Está la Casa de la Demandadera, la iglesia de Santa Cruz, la iglesia de San Andrés, el edificio Iberia, el Bosque de Acero… Lo que no tiene sentido es desplazar a una Fundación ya existente y con muchos años de actividad a cambio de nada y por nada”.