El juicio contra J.M.M.T., profesor del Conservatorio de Cuenca acusado de agresión sexual y abusos sexuales, en algunos de los casos, y humillaciones a un total de ocho víctimas, ha quedado visto para sentencia después de que las partes y el Ministerio Fiscal hayan formulado sus conclusiones definitivas este lunes en la Audiencia Provincial de Cuenca. La defensa pide la absolución del procesado mientras que el Ministerio Público mantiene su petición de pena por trece delitos, que suman una condena de 56 años de prisión.
Desde el punto de vista procesal, el abogado de la defensa ha defendido que muchos de estos presuntos delitos ya han prescrito y también ha apuntado que sucedieron antes de la reforma del Código Penal en 2010, por lo que cuando ocurrieron no eran delito.
El letrado también ha pedido la absolución del delito de abusos sexuales que pide una de las víctimas (la joven mantiene que las relaciones sexuales no fueron consentidas, algo que el acusado desmiente) porque inicialmente el profesor no fue informado de que se le imputaba este delito.
La defensa ha argumentado que los actos juzgados eran independientes y ha solicitado que sean analizados de forma individual en lugar de como un acto conjunto para no crear una "nebulosa" que lo envuelva todo en este caso.
Desde el punto de vista de los hechos, el letrado ha desmentido varias de las declaraciones de las víctimas y ha defendido que el acusado y una de las alumnas mantuvieron relaciones sexuales libremente. Ha incidido en que estos actos se pueden reprobar desde el punto de vista ético pero que no son penalmente imputables. También ha insistido en que la joven era mayor de edad cuando sucedieron los hechos, y no menor como mantienen el Ministerio Fiscal y la acusación particular, y que era ella quien lo inició.
Por su parte, tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular han considerado que los hechos han quedado probados por lo que mantienen sus peticiones de condena por los trece delitos de los que le acusa, entre los que se encuentran agresión sexual, abuso sexual a menores, contra la integridad moral, contra la libertad sexual o exhibición de material pornográfico.
La fiscal ha destacado la “coherencia interna y lógica” de los relatos de las presuntas víctimas y ha incidido en que tenían diferentes edades por lo que es difícil pensar que se hayan puesto de acuerdo para gestar un plan contra el acusado.
“Las víctimas no están elegidas al azar”, ha recalcado, enumerando rasgos comunes en todas ellas: personas introvertidas, tímidas, con anhelos de triunfar en el mundo del piano y que empiezan en edades muy tempranas las clases con este docente. También ha señalado la “dependencia emocional” y la “complacencia compulsiva” a los requerimientos del procesado que desarrollaron en un ambiente de control emocional.
El Ministerio Público ha destacado que los delitos deben analizarse en un contexto global de humillaciones y gritos en clase durante diferentes épocas que “nunca cesa”, aprovechándose el docente de su superioridad.
El acusado no ha hecho uso de su derecho a la última palabra en la sesión final de la vista oral, en la que las partes y el Ministerio Fiscal han formulado sus conclusiones definitivasTambién ha recordado los episodios de “pánico” y “bloqueo” de los de las denunciantes que han sido relatados por dos testigos, uno de ellos expareja de una de las jóvenes. Igualmente la fiscal ha destacado la “afectación emocional” que se percibió en la víctima que mantuvo relaciones sexuales con el acusado durante su declaración el pasado jueves en la vista oral, muy nerviosa y al borde del llanto. En este caso, la fiscal ha mantenido que se entienden que fueron actos forzados en una situación global de intimidación y sin capacidad de reacción para la chica, que los asumió como “una suerte de peaje” durante su formación musical.
Perspectiva de género
La fiscal ha destacado que no debe perderse la perspectiva de género en estos presuntos ataques de naturaleza sexual dado que el acusado solo los profería a las alumnas.
En relación con la petición de nulidad del abogado del acusado debido a cuestiones formales en el caso, la letrada de la acusación particular ha considerado que el derecho a la defensa nunca ha sido vulnerado yel acusado tuvo constancia de los delitos que se le imputaban.
Para la abogada, los hechos “han quedado más que acreditados” y la letrada ha insistido en que no son delitos independientes sino que se percibe una unidad en ellos puesto que se suceden en el tiempo.
También ha incidido en que las víctimas se sentían culpabilizadas por los hechos y por eso no denunciaron en el momento.
Por su parte, el abogado de la Junta de Castilla-la Mancha, que no ha entrado a valorar los hechos, ha pedido que se aminore la responsabilidad civil de la institución en este caso puesto que parte de estos actos, sobre todo los más graves, ocurrieron fuera del conservatorio. Además, ha incidido en que el profesor fue contratado inicialmente por la Diputación y no fue hasta 2008 cuando se produjo el traspaso de competencias, y ha destacado que no tenía nada que ver con los cursos que este docente impartía en San Clemente y a ls que acudieron varias de las presuntas víctimas.
Antes del final de la última sesión de la vista oral, se ha concedido al acusado el derecho a la última palabra aunque el procesado ha dicho que no tenía nada más que declarar. El juicio oral ha quedado visto para sentencia.