Aun con temperaturas que no han superado los 4 grados en la capital, e incluso a primeras horas de la mañana han puesto los termómetros en negativo, muchos conquenses, aunque menos que otros años, no han querido hacer el feo a la tradición y han salido a disfrutar de un Jueves Lardero de los más fríos que se recuerdan.
Los enclaves predilectos como las inmediaciones de los depósitos del agua y el Ars Natura, la zona de la Fuente del Canto, las hoces de los ríos Júcar y Huécar o los diferentes parques aun tenían nieve y hielo, pero eso no ha impedido a los más jóvenes salir a lardear y comerse su bocata de tortilla y chorizo, bien parapetados, eso sí con gorros, bufandas y prendas de abrigo.
Muchos de ellos han optado además por llevar grandes garrafas de calimocho, quién sabe si para hacer más llevaderas las gélidas temperaturas.
Ha sido una jornada tranquila. Según informaba el Ayuntamiento, no ha habido que lamentar ningún incidente de consideración.
La Policía Local ha vigilado que los menores de 18 años no consumieran alcohol y ha habido controles de seguridad ciudadana y de vehículos, especialmente ciclomotores. Todo ello con especial atención en zonas de concentración de jóvenes, tanto en el casco urbano como en su periferia.