Juan Carlos Aguilar abre la puerta a un San Mateo de pasodobles, toque de clarín y charangas

Las fiestas de San Mateo han tenido un sonoro y ensordecedor inicio por medio de la voz del pregonero de esta año, Juan Carlos Aguilar, el actual director de la banda de música, que ha centrado sus palabras en el recorrido de la historia y la música unidas en la festividad más popular de Cuenca.

El acto ha estado conducido por el cronista de la ciudad, Miguel Romero, quien con pocas palabras ha avivado los enfervorecidos ánimos de una plaza llena de color y con algo más de participación que el pasado año. Así, cedió la palabra a Diego Valera, antiguo presidente de la Asociación de las Peñas Mateas quien ha pasado a nombrar el extenso currículo musical del actual pregonero, vinculando siempre su pasión musical con la presente fiesta: “Desde los nueve años ya formaba parte de la banda de música llegando de la mano de su padre, desde ese momento ha dedicado años y años a su formación y en 2004 se convirtió en el director más joven de esta banda musical de Cuenca. Contar con un musico de pregonero es un privilegio”. No ha dado tiempo a ceder la palabra al pregonero cuando le ha sorprendido con un temprano pasodoble que ha supuesto la sorpresa previa a las palabras de Aguilar.

Una vez el director de la Banda de Música se ha puesto frente al atril, ha animado a la gente que han hecho vibrar la plaza ante sus palabras. Ha comenzado enhebrando el discurso recordando la festividad de San Mateo en conmemoración a la Reconquista de Cuenca por las tropas cristianas de Alfonso VIII y, acto seguido, ha formulado petición popular para que rey y reina, en el balcón representados, saludaran a las gentes.

Ha proseguido recordando a aquellos que no están, en especial a la figura de su padre, fallecido un 21 de septiembre, coincidiendo con la festividad. Tras la honorable mención, el pregonero ha seguido su transcurso por la fiesta y la música con un prólogo dedicado a todas las gentes: “Cada día viviréis a vuestra manera, los más valientes delante de las vaquillas, otros corriendo detrás, otros en un portal o reja y otros detrás de la barrera. Pasaran estos días y más de uno no habrá visto vaca alguna. Diferentes maneras de vivir, sentir y disfrutar la fiesta. Este pregonero desde el año 1980 siempre ha vivido como músico, primero como clarinete y después empuñando la batuta. Desde tiempos inmemoriales, antes de la conquista de Cuenca incluso, el ser humano siempre hizo uso de la música para sus festejos. ¡Fiesta y música han de ir siempre unidas!”

Con el mensaje ha comenzado un recorrido por los pasodobles de origen conquense, las primeras peñas que empezaron a utilizar charangas y músicas, nombrando a numerosas personalidades partícipes de esta unión y costumbre que se ha visto reforzada con los años, y cómo no, del paso y la importancia de la banda de música en las fiestas mateas, que, según las crónicas de José Vicente de Ávila, desde antaño ya se disfrutaban pasodobles en los salones consistoriales.

Todo un compendio de anécdotas para llegar hasta el día de hoy con sus últimas palabras antes de los agradecimientos: “Ahora veremos cómo finalizan los pasodobles, el toque de clarín, chupinazo, suelta de vacas, carreras, toro de fuego, paponazos... y luego, por las estrechas calles de este casco ascenderá cual un camion y de culyas entrañas aparecerán un escenario completo para dar comienzo a la popular verbena donde se podrá escuchar todo tipo de música, música y más música”. Una petición a la que se ha sumado la de vivir las fiestas con respeto e igualdad, tolerancia y convivencia con peñas, amigos, las vaquillas y el patrimonio.

Y tras los tradicionales agradecimientos con un toque de su clarinete, Juan Carlos Aguilar, ha pregonado el comienzo de la fiesta al grito de ¡Viva San Mateo!.