Carmen Serrano guardó celosamente durante décadas su secreto contra las hemorroides. La mujer, de Villanueva de la Jara, falleció hace tres años pero su conocimiento no se ha perdido: sus nietos, los primos Carmen y Alberto Manzano, han rescatado ahora la receta de su abuela y acaban de lanzar Almostop, un preparado natural de aplicación tópica indicado para el tratamiento de esta dolencia.
Su nieta Carmen, de 22 años, relata que fue un médico quien transmitió a su vez hace alrededor de siete décadas este remedio a su abuela, que sufría de hemorroides y que posteriormente comenzaría a preparar este bálsamo para familiares y vecinos. “E incluso venían a por él el farmacéutico y hasta médicos y un cirujano de Albacete”, asegura.
De hecho, la joven cuenta que el farmacéutico de Villanueva de la Jara también “iba detrás” de su abuela para que patentase este remedio pero ella nunca quiso dar ese paso.
“Solo mi tío Enrique conocía la receta”, explica, detallando que, una vez que falleció su abuela, este seguía haciéndole el favor a los vecinos preparándoles el ungüento. Y fue entonces cuando los dos primos, con mentalidad emprendedora, se decidieron a comercializar este producto.
La joven, nacida en Valencia aunque con una gran vinculación al pueblo conquense, donde vive también su primo Alberto, asegura que este preparado, que ayuda a aliviar la sensación de picor y escozor gracias a sus propiedades calmantes y antiinflamatorias, tiene una alta eficacia.
Y tras dos años de trámites burocráticos, ha visto la luz Almostop, un producto que, según Carmen, está compuesto de extractos de plantas -solo desvela que “son mediterráneas”-, no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios, y no se precisa de receta médica para adquirirlo.
A diferencia de otros tratamientos para las hemorroides externas, que se comercializan tradicionalmente en crema, Almostop tiene formato líquido. “Se aplica sobre la zona afectada con una gasa. Dependiendo de la gravedad, a los siete-diez días de su aplicación ya se ven los efectos”, afirma la joven, graduada en Periodismo y con un ciclo formativo superior en Comercio Internacional.
El recorrido hasta lanzar el producto no ha sido fácil. “El sistema farmacéutico es complicado, lento, muy complejo”, sostiene. No obstante, el producto ya está disponible en boticas de Villanueva de la Jara, Cuenca, Albacete y Valencia y pronto estarán en municipios como Quintanar del Rey y Casasimarro. El reto es expandirse después por el resto del país e incluso en el ámbito internacional. También se han interesado por el preparado cadenas de perfumerías aunque estos jóvenes emprendedores prefieren de momento priorizar la distribución a través de farmacias.
Además de aliviar a los ciudadanos que sufren esta dolencia tabú, estos dos primos también pretenden aportar su granito de arena frente al reto demográfico desde este municipio de La Manchuela. “Queremos dar un impulso al pueblo, un chute de energía, visibilizar la España que se va despoblando”, subraya.
Por el momento, han comenzado la producción de Almostop en un laboratorio en Valencia aunque, a los dos jóvenes promotores les gustaría poder montar una sucursal en Villanueva de la Jara con el objetivo de crear empleo.
En su proyecto se unen la parte puramente emprendedora con la más emocional: “Al final siempre volvemos a las recetas de las abuelas”.
