El alcalde en funciones, Ángel Mariscal, esgrime que ahora mismo es imposible atender la demanda de los trabajadores municipales, que reclaman la jornada de 35 horas semanales de la que ya gozan los empleados de otras administraciones como la Administración regional y la Diputación provincial.
Según Mariscal, el hecho de que el Consistorio tenga un endeudamiento del 111 por ciento, un punto por encima del límite legal, impide tomar una medida que obligaría a realizar nuevas contrataciones si se quisiera mantener el número de horas de trabajo actuales de una plantilla de entorno a 550 empleados entre el Ayuntamiento, los organismos autónomos, empresas públicas y fundaciones.
De ello ha culpado a los grupos de la oposición, que en un pleno reciente impidieron que se aprobara destinar 4,5 millones de euros del remanente de tesorería a amortizar deuda, cantidad con la cual el porcentaje de endeudamiento se habría situado por debajo del 110 por ciento.
“Es un ejemplo práctico de que, si se elimina deuda, se pueden hacer más inversiones”, sostiene.
