El entrenador de fútbol Joaquín Caparrós y el empresario hostelero José López Martínez ‘Pepe el de la Playa’ (a título póstumo) , se suman a la lista de hijos adoptivos de Cuenca. El Nombramiento, que viene a reconocer la labor y servicios en beneficio de Cuenca, se ha aprobado por unanimidad en el pleno extraordinario que ha celebrado este lunes el Ayuntamiento de la localidad.
‘Capa’ y ‘Pirulo’, para los amigos, para toda la ciudad de Cuenca, son ya hijos de la ciudad que siempre han llevado por bandera Utrerano y madrileño, respectivamente, con apellido conquense que desde ya formalizan con sendos nombramientos “que no podían ser más acertados”, han coincidido todos los grupos políticos.
El acto de reconocimiento se llevará a cabo próximamente, con la presencia de Caparrós, quien continúa siendo un ferviente embajador de Cuenca, y la familia de Pepe ‘el de la Playa’, cuyo legado en la hostelería continúa de manos de sus herederos.
JOAQUÍN CAPARRÓS
"Cuenca es el principio de todo para mí. Llegué joven y la ciudad me ofreció oportunidades en muchos sentidos, no solo profesionales, sino también personales, permitiéndome crecer y abrirme al mundo…. Guardo un cariño inmenso a la ciudad y agradezco todo lo que me ha dado…”.
Estas son algunas de las declaraciones de Joaquín Caparrós sobre Cuenca que rescataba este lunes la concejala de Cultura, María Ángeles Martínez, durante su defensa de la propuesta de nombramiento como hijo adoptivo de Cuenca por “sus constantes muestras de apoyo a la ciudad, en pro de la difusión y la promoción de la misma, de su patrimonio histórico, cultural, artístico y por poner en valor sus fiestas y tradiciones".
Nacido en Utrera, Sevilla, el 15 de octubre de 1955, llegó a la Unión Balompédica Conquense en 1978 tras jugar en el Real Madrid Amateur y el Leganés. Como centrocampista, ayudó al equipo a ascender a tercera división en 1980, jugó una temporada en el Tarancón y varios partidos en el San José Obrero, donde se retiró para ser entrenador durante tres campañas.
Tras su retiro, Martínez ha relatado que Caparrós se convirtió en entrenador, dirigiendo equipos como el Campillo, Motilla, Alcázar, Manzanares y el Conquense, con el que se disputó fases de ascenso a Segunda B, además de dirigir las Escuelas Municipales de Fútbol, una tarea que incluso realizaba tras su marcha al CD Móralo, en Navalmoral de la Mata (Cáceres), lo que le llevaba a realizar viajes de ida y vuelta de setecientos kilómetros.
Muy conocido por haber lanzado la carrera de destacados futbolistas como Jesús Navas, Sergio Ramos, José Antonio Reyes, Puerta, Munian, Fernando Llorente, o Adrián López, Caparrós comenzó en 1996 su carrera en el fútbol profesional entrenando equipos como el Recreativo de Huelva, Villarreal, Sevilla, Deportivo de La Coruña, Mallorca, Levante, Granada, Osasuna y la selección de Armenia.
Su carrera profesional le ha llevado lejos, pero siempre ha mostrado su admiración por Cuenca, donde vivió durante 20 años y crio a sus hijos, “y siempre que tiene oportunidad hace gala del cariño que siente por la ciudad y su gente”.
Todos los grupos han coincido en que el técnico sevillano ha sido una figura clave en el fútbol conquense, tanto como jugador y entrenador, como también por su relación especial con la ciudad, lo que le ha valido numerosos reconocimientos.
"Caparrós ha manifestado en múltiples ocasiones su gratitud y afecto por Cuenca, considerándola su segunda casa, por lo que el reconocimiento no puede ser más acertado”, señala la concejal del PP, Marta Segarra, quien ha recordado que el técnico se define a sí mismo como un ‘utrerano conquense’. De hecho, apuntaba que en casi todos los equipos donde ha estado siempre ha tratado de jugar amistosos en Cuenca. “Hablamos de un trabajador nato y neto con un gran espíritu de sacrificio”, añade Segarra.
Desde VOX, igualmente, María José López Beamud, mostraba la satisfacción de su grupo por este reconocimiento y apuntaba que “para nosotros es un orgullo que haya persona que lleve el nombre de Cuenca por todos los sitios".
Por su parte, desde Cuenca En Marcha!, el edil Pablo García reconocía igualmente su contribución en el mundo del fútbol a nivel local y nacional, así como su implicación con la ciudad. En este punto le ha pedido a 'Capa' que una vez que reciba la distinción "acentúe esa labor que hace allá donde va promocionando nuestra ciudad”.
Una labor que por parte del técnico sevillano, no cesa. "Siempre que puede pone a la ciudad por delante de todo”, señalaba el alcalde, Darío Dolz, quien ha recordado que ‘Capa’ mantiene su casa en Cuenca “viene con mucha asiduidad y es fácil encontrártelo por cualquier punto de la ciudad”, además de no perderse ningún evento o fiesta relevante de Cuenca.
JOSÉ LÓPEZ MARTÍNEZ
Durante la misma sesión también se ha aprobado por unanimidad el nombramiento (a título póstumo) de hijo adoptivo de Cuenca a José López Martínez (Madrid, 1930) “por sus constantes muestras de apoyo a la ciudad, en pro de la difusión y de la promoción de la misma, de su contribución al mundo de la hostelería de la ciudad, y por poner un sello de calidad y distinción a la misma”, ha defendido la concejala de Cultura.
María Ángeles Martínez, que ha calificado a ‘Pepe’como luchador y resiliente, ha destacado que transformó la hostelería conquense con su visión innovadora y su dedicación. “Su influencia se aprecia todavía hoy en el sector”, ha dicho.
Martínez ha recordado que el empresario –conocido cariñosamente como ‘Pepe, el de la playa’– ‘llegó a Cuenca hace más de sesenta años, después de trabajar en prestigiosos hoteles como el Palace, el Castellana Hilton y el Fénix. Durante su extensa trayectoria “abrió y cerró bares, pubs, restaurantes, discotecas y otros locales de ocio”, creando establecimientos emblemáticos como El Jovi, el famoso José Cesar, La Taberna de Pepe y “el rompedor” Club Pits, el Gran Vía, o el Restaurante Ulises.
También fue presidente de la Unión Balompédica Conquense durante casi una década y gestionó sus negocios con una dedicación notable, especialmente La Playa, donde nunca dejó de ir, incluyo ya en silla de ruedas a sus 94 años.
Asimismo, la concejala ha incidido en que en todos sus emprendimientos, José López Martínez se distinguió por la calidad en el producto y servicio, el respeto al cliente y la innovación. Su visión y elegancia se reflejaban en cada detalle, “desde la vajilla hasta los uniformes del personal”.
Introdujo conceptos innovadores como el híbrido de restaurante con discoteca y elevó las celebraciones locales a un nivel de lujo y sofisticación. En definitiva, según ha señalado Martínez, ‘Pepe’, fallecido en marzo de este año, fue un emprendedor incansable, trabajador, innovador y visionario. Amó profundamente a Cuenca y ha dejado una huella imborrable en la ciudad.
José López Martínez fue un hombre que “trabajó intensamente, disfrutó y realizó casi todos sus sueños”. Emprendedor convencido, fuerte en todos los aspectos y “firme defensor del valor de la amistad, se comprometió con su familia, sus negocios y la ciudad de Cuenca”.
Participó en numerosos proyectos y actividades desde sus inicios, incluyendo la fundación y presidencia del equipo de balonmano Discoteca Pepe, que logró éxitos tempranos en este deporte.
Según ha relatado Martínez, uno de sus proyectos más queridos fue la presidencia de la Unión Balompédica Conquense. Durante su mandato, “su energía y dedicación, junto con el apoyo de los integrantes”, llevaron al club a ascender a la tercera división después de más de doce años en categorías regionales.
“Hombre íntegro y de palabra, José López Martínez vivió según los valores del esfuerzo, la confianza y la capacidad, y siempre destacaba que nunca tuvo enemigos”, añadía Martínez, quien ha recordado que su legado empresarial sigue vivo a través de su familia, que continúa gestionando algunos de sus establecimientos más icónicos.
Por todo ello, se ha propuesto su nombramiento como hijo adoptivo de Cuenca, un punto que ha contado con la unanimidad de todos los grupos, desde donde han destacado su contribución al sector y a la ciudad,
Pepe, o Pirulo, como apuntaba el alcalde de Cuenca que lo conocían los más allegados, “ha dejado una huella imborrable”. Dolz recordaba que su labor en la restauración era reconocida en la gala de cierre de Ciudad Gastronómica del año pasado “ y qué menos que hacerlo hijo adoptivo de la ciudad por la impronta que ha dejado en la ciudad desde todos los puntos de vista, como empresario y restaurador”, concluye.