Jesús Sánchez Jiménez, “el torero de Cuenca” como se anunciaba en los carteles de la década de los 50 y 60, junto a su hermano Tomás, ha fallecido en Madrid a los 83 años de edad. El sábado 29 de junio sus restos fueron inhumados en el cementerio del pueblecito conquense de Monteagudo de las Salinas, cerca de su hermano Tomás, fallecido en 2005.
Los hermanos Jesús y Tomás Sánchez Jiménez revolucionaron el toreo en Cuenca a mediados de los años cincuenta y sesenta, manteniendo una sana y gran rivalidad con los hermanos Juan y Virgilio Recuenco, “los toreros de la Trinidad”. La afición se dividió con peñas incluidas, entre los Sánchez y los Recuenco, llenando la plaza de toros con las novilladas celebradas. Fue una época en la que Cuenca vivió una gran efervescencia taurina. Como dato revelador cabe destacar que entre los años 1954 y 1955 se llegaron a organizar media docena de novilladas por temporada con estos toreros protagonistas y el parrillano Tomillo. Las fotos de aquellos momentos de gloria de los novilleros conquenses, paseados por Carretería en loor de multitudes, vienen a demostrar aquellos momentos de pasión taurina.
Jesús Sánchez Jiménez nació en Cuenca, en la calle del Agua, el 28 de marzo de 1936. Debutó de luces en la valenciana Oliva el 12 de mayo de 1952 y con caballos hizo su debut junto a su hermano Tomás en Utiel el 19 de marzo de 1954, dándose a conocer ese mismo año en la plaza de Vista Alegre, donde cosechó varios éxitos. Su presentación en Madrid, en Las Ventas, tuvo lugar el 26 de agosto de 1956, cortando una oreja y alternando con Francisco Pita y Antonio Palacios.
La de Madrid fue una de sus plazas favoritas actuando hasta en diez ocasiones, y el año de 1961 fue el mejor de su carrera novilleril. El 16 de julio de ese año sufrió una cornada de gravedad en el muslo izquierdo en Las Ventas, plaza en la que también actuó en el debut de Santiago Martín “El Viti”.
El compositor Rufino Martínez dedicó sendos pasodobles a los hermanos Sánchez Jiménez, de los que era ferviente seguidor, con la Peña que presidía Paco Domínguez, uno de los mejores aficionados de Cuenca en apoyo de los toreros locales.
Tras la campaña de 1961, y con éxitos novilleriles en Madrid, Barcelona, Valencia, Pamplona y Cuenca, Jesús Sánchez Jiménez decidió retirarse de los ruedos, cambiando la seda por el volante para dedicarse al transporte.
REAPARICIÓN CON ALTERNATIVA
Diez años después reapareció vestido de luces, para tomar la alternativa en Torremolinos el 18 de julio de 1971. Su padrino fue Paco Ceballos y el testigo Jesús Narváez, formando parte de la cuadrilla su hermano Tomás. Los toros fueron del marqués de Villamarta y el toricantano conquense cortó una oreja. El 17 de octubre toreó su segunda corrida en Torremolinos, junto a Cevallos y Curro Claro, resultando herido en el muslo izquierdo.
En 1972 toreó ocho corridas, resultando cogido de nuevo en Torremolinos y en Málaga.
Jesús Sánchez Jiménez, que se presentaba en junio de ese año en Utiel me decía en una entrevista para “Diario de Cuenca” que su gran ilusión era torear en la feria de Cuenca, “no sólo por ser conquense, sino porque me quiero ganar un puesto en la feria”. Y añadía: “La gente quiere ver a sus toreros juntos y que triunfen, antes como novilleros y ahora como matadores. Yo le digo a los conquenses que cada uno tiene que tener su torero para que haya rivalidad, pero sobre todo que todos seamos profetas en nuestra tierra; que no nos pase lo que a Luis Ocaña, que se ha tenido que ir a Francia para que reconozcan que es el mejor de hoy en día. Quiero que nos ayuden, porque nosotros lo daremos todo como toreros y como personas”.
Palabras de Jesús Sánchez con el recuerdo de aquellos primeros años de la década de los cincuenta de éxitos novilleriles compartidos con su hermano Tomás y Juanito Recuenco, en la sana rivalidad, y del parrillano Ángel Tomillo, sin olvidarnos de Luis Alfonso Garcés, de Pozorrubio. Jesús tenía renovadas ilusiones como matador de toros y su sueño era torear en su tierra y poder estar al lado de las nuevas generaciones de matadores de toros, que entonces lo eran Curro Fuentes y Luis Algara EL Estudiante, además de Bienvenido Luján y el torero de Las Mesas, “El Víctor”.
Y así, tras los vetos en los años anteriores a los toreros conquenses, en la Feria de 1972 tuvimos a cuatro diestros de la tierra: Jesús Sánchez Jiménez, Curro Fuentes, El Estudiante y El Víctor. Fue “La Feria de los Conquenses”. El 24 de agosto Jesús hizo realidad el sueño de su vida de volver a Cuenca, pero ya como matador de toros. Con ganado de Francisco Galache, Jesús Sánchez Jiménez cortó cuatro orejas y un rabo entre el clamor de sus paisanos, acompañado por Tomás, que en el tercio de banderillas, que tuvo que saludar. ¡Qué gran tarde, Jesús!, junto a Julián García, que cortó una oreja, y el parrillano Curro Fuentes, que también cortó dos orejas.
1973: CARTEL CONQUENSE Y COGIDA GRAVE DE JESÚS
La Feria de San Julián de 1973 pasó a los anales de la historia taurina conquense, pues fue el año en que tomó la alternativa en su tierra Luis Algara “El Estudiante”, de manos de Paquirri y en presencia de Julio Robles, con toros de Galache, el 23 de agosto.
Y además fue también el año en que se contó con un cartel netamente conquense: Jesús Sánchez Jiménez, Bienvenido Luján –que se presentaba en su tierra como matador tras varios intentos— y Luis Algara “El Estudiante”.
Jesús Sánchez Jiménez, que había cortado dos orejas y rabo el domingo de Resurrección en Cuenca, alternando con Joaquín Bernadó y Julián García, pagó con sangre aquella tarde del 26 de agosto de 1973, pues al banderillear a petición del público, resultó enganchado por el pitón en el segundo par, infiriéndole el toro una cornada en el muslo izquierdo de 9 centímetros de profundidad.
En la cuadrilla de Bienvenido Luján, que cortó una oreja, pudimos ver también como banderillero a Virgilio Recuenco “El Nene”, con lo que la saga de los Sánchez y los Recuenco volvían a darse la mano treinta años después, y por ello, tras el paseíllo, no sólo los matadores conquenses, sino de manera especia Tomás y “El Nene” fueron obligados a saludar y ovacionados al parear. El Estudiante contraria una oreja de los tres toros que mató del hierro anunciado de Antonio Pérez y del Puerto de San Lorenzo.
En diciembre de 2010, Jesús Sánchez Jiménez recibió el XII Trofeo La Utrera en Las Majadas, por su trayectoria, que premiaba igualmente a su fallecido hermano Tomás, de manos de Serafín Miota, su creador. Descanse en paz, Jesús Sánchez Jiménez.