La coalición de Izquierda Unida y el Partido Castellano propone una auditoría ciudadana de la deuda del Ayuntamiento de Cuenca que determine su legitimidad y qué parte de ella no ha servido "para mejorar las condiciones de vida de las y los ciudadanos de Cuenca".
La intención de esta auditoría, explica, sería "establecer prioridades de pago y exigir responsabilidades a sus causantes como única forma de acabar con ella".
Según ha explicado el cabeza de lista y actual concejal de IU, Pablo García, la deuda municipal "se calcula en 71 millones de euros (63 con los bancos y 8 de facturas pendientes de pago), sobre un presupuesto anual de 57 millones de euros".
Para IU, las causantes de esta situación "son las políticas realizadas por los dos partidos que han gobernado el Ayuntamiento, basadas en la especulación inmobiliaria, el ladrillo, privatizaciones y en la irresponsabilidad de plantear proyectos inviables".
Pablo García considera que el Plan de Ajuste es la "espada de Damocles" que pesa sobre Cuenca. Y explica que "no es posible que este nos obligue a destinar al año entre 6,5 y 10 millones de euros, que es lo que ha ocurrido los últimos 4 años y que supone entre un 15 y un 20% del presupuesto, y sin embargo la deuda solo baje 1 millón de euros al año". Eso, afirman en IU-PCAS, solo se entiende porque "cada año aparecen nuevos 'pufos' que engrosan la lista de lo adeudado en un no parar de la fiesta de la especulación y el liberalismo".
Por ello, Pablo García critica que durante la legislatura que acaba, "los grandes grupos políticos no hayan querido auditar ya la deuda, votando en contra a bloque las propuestas que ha hecho IU en ese sentido. E incluso evitando el envío de las conclusiones de la investigación de las sedes de CEOE, UGT y CCOO al Tribunal de Cuentas". Eso, critica García, "repercute en que después no haya dinero para invertir en las calles, en los baches, el asfaltado y las aceras".
