Manuel, de 10 años, lo tiene muy claro. “He venido en otras ocasiones pero nunca me he divertido tanto, menudo cambio ha pegado la escuela de verano”, afirma. “Al principio no quería venir porque pensaba que me iba a aburrir, pero ahora no me quiero ir”. Como su testimonio, hay muchos otros. La asociación ‘Alegoría’ se ha propuesto dar un giro de 180 grados a los veranos de los niños conquenses y lo está consiguiendo con un buen puñado de originales actividades y un reto: normalizar la presencia de personas con discapacidad.
La asociación se encarga este año de gestionar la escuela de verano en el Colegio San Fernando de la capital y ha querido huir de lo que se ha hecho otros años ofreciendo alternativas diferentes y algo nuevo todos los días, como explica su responsable, Tania Lafuente. Todo ello con la participación activa a diario de usuarios de diferentes asociaciones o colectivos de la ciudad como Aspaym, Infantas de España, Aspadec o Adocu.
Como Sergio o Miguel Ángel, de Aspaym, que asisten esta semana a los talleres de cultura china que imparten profesores nativos del programa True Spanish Experience. “Estamos muy entretenidos y aprendiendo muchas cosas, como decir hola y adiós en chino, los animales o los colores”, aseguran al tiempo que bromean repitiendo algunas palabras que les parecen curiosas. También les han encantado los juegos de reciclaje, el trivial o el taller de cine. “Nos gustaría mucho repetir”, dicen.
‘Alegoría’ está especialmente comprometida con la discapacidad. “Nuestro objetivo no es otro que inculcar la normalización, que no sea como algo raro que estos chicos estén aquí. Si conseguimos que al menos los 60 niños que están en la escuela de verano lo vean normal en su entorno habremos conseguido lo que nos proponemos”, subraya.
Casi en el ecuador del verano, la actividad no cesa. Mucho tiempo para el entretenimiento y la diversión es la clave este año. Se repasa, sí, pero lo justo. “El verano es para disfrutar”, precisa Tania.
Por eso, durante estas semanas ya han visitado todos los parques de la ciudad, han ido a la piscina y a museos como el Paleontológico, el de Arte Abstracto o la Casa Zavala, “donde les encantó la exposición de Sorolla”. Esta semana pasarán por el Parque de Bomberos y durante la Feria de San Julián disfrutarán de una exhibición de cetrería. “Es cierto que hemos incrementado el precio respecto a años anteriores, pero es que le hemos dado una vuelta tremenda a lo que se venía haciendo”, explica la coordinadora.
Tampoco ha faltado un taller de grofes y otro de cine con palomitas incluidas.
Pero sin duda una de las propuestas más originales es la que se está llevando a cabo esta semana.
Por las clases y el patio todos intercambian un ‘Ni hao’ o un ‘Záijian’ (fonemas de hola y adiós); o chapurrean los números o los colores, el que más el amarillo por aquello de que les recuerda a un típico nombre español (Huáng) .
Nada de español en estos días, por lo que algunos, como Manuel, recurren a veces al inglés para entenderse con las monitoras nativas. Con todo, “no es tan difícil aprender el idioma”, comenta.
Además de escribir algunas letras, han aprendido a situar el país, conocer el número de habitantes, las costumbres y algunas de las recetas más emblemáticas. Un trabajo que han presentado este viernes en el Centro Cultural Aguirre.
Tania está muy satisfecha del resultado de todas las actividades y no descarta extenderlas al invierno, aunque para ello necesitan el apoyo del Ayuntamiento. De momento, se conforma con que ‘Alegoría’ deje su granito de arena en todos los que están viviendo este verano diferente.