La Catedral de Cuenca, el Museo Diocesano, la iglesia de San Pedro, la Oficina de Turismo, la Posada de San José y la empresa Mirando pa Cuenca cuentan estos días con unos ‘ayudantes’ muy especiales: diez alumnos que están realizando las prácticas del curso ‘Inclusión en la profesión del turismo en la ciudad de Cuenca’, desarrollado por Cocemfe Cuenca de la mano de la Fundación Once y con el que se pretende mejorar las posibilidades de empleabilidad de personas con discapacidad que estaban parados.
Antes de estas prácticas, los participantes han recibido del 13 de septiembre al 4 de noviembre formación teórica (un total de 170 horas), cuyos contenidos han versado sobre: introducción al turismo, actos auxiliares, protocolo y organización de actividades turísticas, atención al cliente, sistemas informáticos y bases de datos para tareas administrativas sencillas, y prevención y seguridad.
María Rodríguez Estival, técnica de empleo de la Agencia de Colocación de Cocemfe y responsable del curso, destaca la acogida que tuvo el curso -lo solicitaron una veintena de personas-, así como la actitud y buena predisposición de los alumnos que finalmente están participando, con distintos tipos de discapacidad física e intelectual.
Tras la crisis económica de 2012, Cocemfe Cuenca se vio obligada a paralizar sus acciones de formación, que no han podido retomarse hasta ahora. Su primera actividad en esta área ha sido un curso sobre turismo que se está realizando actualmente, al que seguirán otros sobre grabación de datos, industria agroalimentaria y del ámbito psicosocial
PROTOCOLO
Por el curso han pasado profesionales de varios ámbitos para impartir los diferentes contenidos, entre ellas Llanos Martínez, presidenta de la Asociación de Trastorno Específico del Lenguaje y Otros Trastornos del Desarrollo de Cuenca (Atelcu), que protagonizó la última clase de la formación teórica, centrada en el protocolo y la comunicación en actividades turísticas. La técnica responsable de la acción formativa también destaca la videoconferencia que corrió a cargo de una orientadora del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), quien ofreció a los alumnos unas nociones básicas para la búsqueda de trabajo.
De hecho, a esta última cuestión se le ha dedicado especial atención en el curso, que ha incluido 30 horas de formación en competencias para la incorporación al empleo. De esta parte se ha encargado la propia María Rodríguez Estival, quien les ha asesorado en materia de currículos y de portales de empleo, ofreciéndoles recursos para la búsqueda de trabajo.
Además, durante la formación teórica también han realizado ocho salidas a diferentes enclaves turísticos de la ciudad, como el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha, el Museo de las Ciencias, la Catedral, la Oficina de Turismo y el mirador de San Isidro.
FORMACIÓN PRÁCTICA
Con estos mimbres, los alumnos, con edades entre los 19 y los 54 años, comenzaron el 5 de noviembre la formación práctica, que incluye un total de 112 horas. Cinco de los participantes están desempeñando esta parte del curso en la Catedral, Museo Diocesano e iglesia de San Pedro; otros dos, en la oficina de Turismo; dos más, en la Posada de San José; y uno, en el establecimiento Mirando pa Cuenca.
Dependiendo del lugar en el que están realizando las prácticas y del número de horas que hacen cada día, los alumnos concluirán la formación entre el 10 y el 24 de diciembre.
Los participantes tienen la oportunidad de poner en práctica los conocimientos aprendidos durante la parte teórica. “Lo que más me gusta es el trato con el público y ver cómo trabajan los empleados de aquí; cómo atienden, su amabilidad...”, cuenta Paco, de 31 años y uno de los dos alumnos que hace las prácticas en la Oficina de Turismo -uno en horario de mañana y otro de tarde-. “Tienen una actitud muy positiva. Están muy receptivos y dispuestos a aprender”, destaca Ana, trabajadora de la entidad.
Por su parte, Casandra (43 años), Davinia (38), Beatriz (41) y los gemelos Mario y Jesús (26) están haciendo las prácticas en la Catedral de Cuenca, el Museo Diocesano y la iglesia de San Pedro, intercambiándose entre estos tres espacios a lo largo de los días.
En el caso de la Catedral, sus tareas son variadas y abarcan desde estar en la taquilla hasta el control de la subida al Triforium, vigilancia en el templo y contacto con los turistas. “Pasan por todos los puestos. Su actitud es fenomenal. Son muy dispuestos y se les ve las ganas”, explican desde la seo conquense.
“Lo que más me gusta de las prácticas es estar en la Catedral, poder conocer por dentro un templo religioso y ayudar a los turistas”, apunta Mario -estudia el grado de Comunicación Audiovisual-. Precisamente el contacto con el público es la tarea preferida para la mayoría de los participantes, quienes en este reportaje aprovechan para poner sus conocimientos en práctica guiando también, con total profesionalidad, a Las Noticias de Cuenca, en el recorrido por la seo.
Davinia destaca por su parte el “compañerismo” y “lo bien” que les tratan los trabajadores mientras que Argentina, que hace sus prácticas en la firma Mirando pa Cuenca, una empresa de turismo activo que organiza rutas, resalta igualmente el trato con el público. “Me gusta todo y estoy descubriendo muchos rincones de Cuenca”, subraya.
Otro de los participantes es Adrián, de 27 años, que realiza las prácticas en la Posada de San José, ubicada también en el Casco Antiguo y donde el joven ayuda con la atención telefónica y a tratar con los clientes, entre otras labores.
“Se busca la autonomía, independencia, inclusión comunitaria y empleo con apoyo”, hace hincapié por su parte David Arahuetes, de Amiab Cuenca. Y es que varios de los alumnos han sido derivados del Servicio de Capacitación de esta entidad, cuenta María José Atienza, quien reconoce que se están dando pasos pero que todavía “falta sensibilización” por parte de las empresas y de la sociedad para integrar a estas personas que tienen capacidades diferentes pero que pueden desempeñar perfectamente muchas tareas laborales.
MÁS FORMACIÓN
Con este curso sobre turismo, Cocemfe Cuenca ha retomado sus acciones de formación, que quedaron paralizadas en 2012 debido a la crisis económica y que no han podido volver a desarrollarse hasta ahora. La presidenta de la entidad, Marta Montero, detalla que van a continuar con otros cursos sobre grabación de datos, del ámbito psicosocial (este solo para dos alumnos) y de la industria agroalimentaria (en Iniesta).
El colectivo celebra este viernes (en el Hotel Torremangana, a las 10:00 horas) un acto para conmemorar su 30 aniversario. “Tenemos 30 años de trayectoria y nuestro mayor reto ahora es la formación para seguir ayudando a las personas con discapacidad. Y que se nos escuche”, reclama.
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