“¿Dónde se come bien?” es una de las primeras preguntas que hacen los foráneos cuando llegan a un sitio. Con el objetivo de difundir la riqueza agroalimentaria de Castilla-La Mancha y dar a conocer la enorme potencialidad de la provincia en el turismo gastronómico, la Escuela de Hostelería del IES San José de la capital acogió este jueves la segunda edición de la jornada Gastronomía con Origen Cuenca, en la que participaron profesionales del sector y estudiantes de la rama.
En la sesión, organizada por GastrOleum, cocineros de algunos de los restaurantes más emblemáticos de Cuenca y pertenecientes a la Asociación de Cocineros de Cuenca (Acocu) prepararon un ‘menú con origen’ elaborado con productos de la tierra con distintivos de calidad como los de las denominaciones de origen Aceite de la Alcarria; vinos de Ribera del Júcar, Uclés y Manchuela; Miel de la Alcarria, y Azafrán de La Mancha; y de las indicaciones geográficas protegidas Cordero Manchego y Pan de la Cruz.
Juancho Villahermosa, técnico de la Denominación de Origen Ribera del Júcar, destacaba que con las jornadas se pretendía sensibilizar a los alumnos de ciclos de Formación Profesional de Hostelería y Turismo sobre la importancia de llenar la bolsa de la compra con alimentos de proximidad, lo que también tiene una importante carga social puesto que se ayuda a los productores de la zona.
Asimismo, Villahermosa también subrayaba que la provincia tiene una gran potencialidad en el plano del turismo gastronómico, algo que hay que potenciar para atraer nuevos visitantes.
Por su parte, Quico Pérez, presidente de Acocu, indicaba que con la elaboración del ‘menú con origen’ se demostraba a los estudiantes del sector (participaron alumnos del propio IES San José y de la Escuela de Hostelería Natura) que se puede preparar “alta cocina con productos típicos” de la tierra.
Desde GastrOleum, el director comercial de la firma, José Antonio Parra, incidía igualmente en la importancia de, por un lado, reivindicar el producto de proximidad, “de kilómetro cero”, y, por otro, de fomentar el turismo gastronómico. En esta línea, subrayaba que a los encantos patrimoniales y paisajísticos de la provincia, se le suma también “una buena mesa”, que se debe dar a conocer fuera y también a la cantera del sector.
Y Jose, Álvaro, Ezequiel y Jorge, de entre 16 y 28 años y estudiantes de la Escuela de Hostelería Natura que participaron en la jornada, son cuatro de esos profesionales del futuro. Todos coincidían en el enorme potencial que tiene Cuenca en el turismo gastronómico, aunque admitían que no conocían algunos de los alimentos con distintivo de calidad de la tierra. En el foro aprendieron que usar estos productos es tan fácil como sustituir el azúcar por miel de La Alcarria.