Ágil, muy participativa y cumpliendo horarios a pesar de las dificultades en algunos tramos. Así fue la procesión del Perdón que este Martes Santo ha recorrido las calles de Cuenca, de nuevo una de las más participativas y vistosas de los últimos años, tanto en la subida como en la bajada.
Poco antes de las ocho de la tarde abrían las puerta del Salvador para la salida de la cabecera y las trompetas heráldicas de San Juan Bautista. El Precursor y María Magdalena – cuya hermandad había vivido antes momentos muy emotivos en el interior del templo con el acto en recuerdo de los difuntos – estaban ya en la Plaza del Salvador a las 20:10, ante gran cantidad de gente. De forma simultánea sonaba el Himno Nacional en San Felipe para el inicio del Medinaceli, acompañado este año por la Banda de Cuenca y que salía de su templo a brazo a las 19:30 horas. Y en San Andrés, el Coro de la Capilla de Música de la Catedral cantaba en el interior, iluminado solo por la candelería encendida de María Santísima de la Esperanza, el Stabat Mater para banceros y portainsignias.
El paso del Bautista y la Magdalena por El Peso y Andrés de Cabrera fue ágil. La salida de María Santísima de la Esperanza, preciosa y bien coordinada. La Madre se incorporaba tras la Magdalena pasadas las 20:30 después de escuchar, ya en la puerta de San Andrés, de nuevo al Coro de la Catedral. Llegaba la Banda de la JdC a la altura de San Felipe alrededor de las 20:15 horas y la cabecera del Medinaceli encaraba Zapaterías. La hermandad llegaba a la Plaza Mayor pasadas las 20:30 horas y el Señor, antes de las 21, entrando de forma magistral con Danos tu Paz en la Banda de Cuenca; sonó muy bien anoche la municipal, presentando un repertorio amplio y bien trabajado con la Esclavitud.
San Juan hizo su entrada en la Plaza antes de las 21:30, diez minutos después lo hacía la Magdalena y sobre las 22 horas llegaba María Santísima de la Esperanza al Obispado. A las 22:30 horas y con Bautizando a Jesús se incorporó al cortejo en la Plaza, con San Juan encarando arcos, el Bautismo. Sobresaliente su desfile como es habitual. Paso muy corto llevaban ayer tanto Bautismo como Medinaceli y María Magdalena, elegante también la Esperanza y enérgico como acostumbra el Precursor. La bajada, con largas filas de hermanos en todas las hermandades y con una larguísima fila de niños tras el Guión del Cristo de la Luz (hubo un momento en que ocupaba prácticamente la longitud de toda la Plaza Mayor), fue extraordinaria, dejando momentos de gran belleza por el paso de las curvas de la Audiencia.
El cortejo, que llegó muy compacto a Calderón de la Barca, se empezó a separar a la altura del Nazareno, para volver a unirse por completo y hasta el final en la Hispanidad. Pese a ello, se cumplieron los horarios y el desfile mantuvo su vistosidad. Especialmente emotivos fueron el paso de San Juan Bautista y María Magdalena por el Nazareno, pues los banceros volvieron en este punto las Imágenes hacia el balcón del fallecido Óscar Pinar.
El público aguantó hasta Carretería y luego, en el final, se congregó entre la Puerta de Valencia, la subida por Alonso de Ojeda y la Plaza del Salvador. En Las Torres con Garcilaso, la procesión vivió uno de sus momentos más emocionantes: el paralelo del Bautismo y María Magdalena durante unos metros, en recuerdo del bebé fallecido de una pareja de hermanos el año pasado. Además, la Banda de Las Mesas interpretaba (y cantaba) la parte del Coro de Bautizando a Jesús, acompañada por los presentes, en un momento de intensa emoción que arrancó lágrimas a más de uno. San Juan entraba en el templo, sonando El Bautista de Ugeda, al filo de las 2 de la madrugada. María Magdalena hacía lo propio 15 minutos más tarde, con su marcha en la meseña. El Bautismo y el Medinaceli se despedían en el Peso con Mesopotamia en la de Cuenca a alrededor de las 2:45 y María Santísima de la Esperanza y el Señor finalizaban a un tiempo, pasadas las tres de la mañana. La Esperanza con Mi Amargura en la banda de Mota del Cuevo; el Medinaceli, con el Himno Nacional.
Muy notable un día más la actuación de las bandas, tanto de la Banda de la JdC (que tuvo dos momentos para el recuerdo: la bienvenida al Bautista con la marcha de Ugeda al pasar bajo arcos y el estreno de Reo de Muerte para el Medinaceli en la Puerta de Valencia), como las de Cuenca y Las Mesas, tocando mucho y muy bien durante toda la procesión, así como la de Mota del Cuervo, con un repertorio eminentemente mariano para el paso de María Santísima de la Esperanza entre los suyos.
