El IES Pedro Mercedes de Cuenca ha incorporado la igualdad entre mujeres y hombres como uno de los valores básicos en su convivencia y que les sirve de “brújula” en su quehacer educativo. Su labor transversal en este ámbito va a ser ahora distinguida por el Gobierno regional con motivo de la celebración el 25 de noviembre del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El reconocimiento tendrá lugar el lunes en el Auditorio de Cuenca durante el acto institucional que celebrará el Ejecutivo autonómico para conmemorar esta efeméride de lucha y protesta.
Junto al instituto conquense, también se reconocerá a otros cuatro centros de la Castilla-La Mancha -uno por provincia- por su implicación en el desarrollo de prácticas educativas que trabajan por la igualdad y la prevención de la violencia sexista.
Para el director del IES Pedro Mercedes, Mariano Moya, el reconocimiento es un premio “compartido” entre docentes, familias y alumnos implicados con la igualdad, tanto del propio instituto como de otros centros “porque todos están trabajando en esta línea”. “Es para toda la comunidad educativa”, celebra el responsable.
La “semilla”
Aunque Moya resalta sobre todo al papel del departamento de Filosofía del instituto, al que define como la “semilla” que comenzó a trabajar esta materia desde la asignatura de Valores éticos y que después se fue diseminando de forma transversal por el resto del centro, sumándose los demás docentes a esta causa.
Este premio debe servir, en palabras del director, para intensificar el trabajo del centro en pos de la igualdad y para la prevención de la violencia de género. “Ahora hay que ser más exigentes aún y reforzar nuestro compromiso”, subraya.
Para caminar hacia esa igualdad, en el IES Pedro Mercedes se ha trabajado en los últimos años para “diseñar y apoyar iniciativas concretas que profundicen en la idea y no la reduzcan a una frase decorativa”, según explica el director.
Moya detalla que hace dos cursos partió del departamento de Filosofía la iniciativa de desarrollar un proyecto de innovación educativa con este tema, que ha incluido conferencias, trabajos de indagación del alumnado, participación de las familias y encuestas al profesorado. “No ha habido una sola persona en el centro que haya quedado al margen”, señala. Fruto de esta labor, en los pasillos del centro se pueden ver pasquines con ideas sobre igualdad y biografías de mujeres científicas, entre otros trabajos.
Por otro lado, la biblioteca comenzó el pasado curso la creación de un apartado de literatura por la igualdad, recopilando títulos del propio fondo del instituto y con nuevas adquisiciones sobre este ámbito. Una muestra de ese bloque feminista se expone en la vitrina de entrada a la biblioteca.
Los “recreos igualitarios” son otra de las líneas de actuación puesto que hace años se dieron cuenta de que era necesario habilitar espacios para que el tiempo libre pudiera ser empleado por el alumnado de la manera más diversa posible, con el fin de evitar que niños varones jugando al fútbol monopolizarán el centro del patio, como ocurre habitualmente. Además, posteriormente se incorporaron competiciones deportivas de diversas modalidades y con equipos mixtos.
Desde el centro destacan que apenas el 0,5% de los alumnos del instituto presentan “conductas contrarias” a la buena convivencia. “Pero incluso dentro de esos comportamientos que deben mejorarse, no se ha detectado ni un solo caso en el que pueda existir un componente de violencia machista”, aseguran.
Romper estereotipos
Romper los estereotipos es otro de los objetivos. “Aunque la batalla es difícil, en este curso podemos ofrecer unas cifras esperanzadoras: el 53% de las matrículas en Bachillerato de Ciencas son chicas y el 47%, chicos”, cuentan.
El instituto, que cuenta con cerca de 1.200 alumnos y 112 profesores, está situado en Camino de Cañete, aunque los ciclos formativos de la familia agraria se imparten en el Centro de Investigación Agroforestal de Albaladejito. El Pedro Mercedes también está consiguiendo abrirse a nuevos públicos: en los últimos años existe matrícula femenina en ciclos formativos tradicionalmente masculinos, como los de las familias agraria, de madera y automoción. Es todavía de “forma minoritaria pero sostenida en el tiempo” e incluso una de las estudiantes llegó el curso pasado a la fase final del concurso de Jóvenes Técnicas en Automoción organizado por la entidad Compromiso con la Formación Profesional (Comforp). Además, otra alumna del centro que participó en el Concurso Regional de Filosofía también obtuvo un reconocimiento por una fotografía de denuncia del maltrato a las mujeres.
Por otro lado, un grupo de profesores del instituto elaboró un corto cinematográfico que mostraba, a través de la inversión de papeles, la injusticia del menosprecio a la mujer y el abuso del hombre.
Otro ejemplo de acciones relacionadas con este ámbito es que, este curso, un grupo del Programa de Mejora, Apoyo y Refuerzo para el alumnado de Secundaria (PMAR) desarrolla cada semana una actividad sobre igualdad.
Para dar ejemplo en este tema, el equipo directivo tiene una composición paritaria: tres hombres y tres mujeres. Además, otras dos féminas desarrollan tareas de coordinación importantes en las actividades extraescolares, la formación del profesorado y la gestión de la calidad.
“Sabemos que conseguir la igualdad completa es difícil y que la escuela es solo un elemento, que por sí misma no puede conseguir nada, pero también es verdad que ahora, a diferencia del pasado, la sociedad parece decidida a seguir esta senda y el trabajo conjunto dará mejores resultados”, concluyen.