El pintor Fernando Zóbel, de cuyo fallecimiento se cumplía el 35 aniversario el pasado 2 de junio, está muy presente en el instituto de la capital conquense que lleva su nombre, el cual este curso también se encuentra de aniversario (se cumplen cuarenta años de su apertura) y por cuyos pasillos, aulas, despachos, departamentos, y hasta alguna pared del patio, asoman las obras de arte.
“Intentamos que la figura de Zóbel sea conocida por nuestros alumnos desde que entran en primero de la ESO. Y que nuestro centro sea como un pequeño museo, con pinturas que adornan las aulas, pasillos y salas de reuniones, y facilitando espacios para que los alumnos puedan exponer sus trabajos”, apunta Gloria Morillas, directora de un instituto por el que en sus cuarenta años de historia calcula que habrán pasado en torno a 32.000 alumnos, una media de 800 por curso, como en este 2018/2019.
Desde 1981, cuando el centro, que se había inaugurado en 1979 como Instituto Mixto de Cuenca, pasó a llamarse, por decisión del claustro, Fernando Zóbel, quien junto a Gustavo Torner y Gerardo Rueda fuera el impulsor del Museo de Arte Abstracto de Cuenca estuvo muy vinculado a su vida diaria hasta su prematura muerte en 1984. “Venía con frecuencia, eligió parte del mobiliario y el color de las paredes de la biblioteca, la ubicación de las mesas y de las sillas… Y donó varios grabados, serigrafías y litografías firmadas y dedicadas que tenemos ubicadas en las salas de profesores y varios libros que están en la biblioteca”. Con los profesores mantuvo un ambiente de “familiaridad y confraternización” y tuvo bastante relación con los alumnos, a los que llamaba “zobelillos”.
Una colaboración que, pese al tiempo transcurrido, no ha cesado, pues desde hace 31 años la familia del artista nacido en Filipinas colabora en la financiación del Certamen de Artes Plásticas Fernando Zóbel, cuyas obras finalistas de su nueva edición se pueden contemplar desde el miércoles y hasta el 21 de junio en el Centro Cultural Aguirre de la capital, fecha a partir de la cual pasarán a engrosar el catálogo de obras de arte del instituto.
Y no solo es pasión por el arte lo que se respira en las instalaciones de este instituto ubicado junto a La Fuensanta, sino también por las letras, como demuestra su original iniciativa “Los lunes son poesía”: cada semana las clases arrancan a las 08:30 horas del lunes con la lectura de un poema seleccionado por el departamento de Lengua.
O la costumbre de que alumnos originarios de otros países lean poemas en su lengua que luego otro alumno traduce al castellano, una de las numerosas actividades culturales que se celebran como charlas, conferencias, proyección de documentales, talleres de teatro (este año alumnos del instituto han representado “Romeo y Julieta” en inglés), concursos literarios y de decoración, eventos deportivos, viajes culturales o conciertos como el que las profesoras de Música del centro ultiman para despedir en unos días el curso.
Respeto al arte
El objetivo, cuenta Gloria Morillas, es que los alumnos, que aquí viven uno de los periodos más importantes de su vida, entre los 12 y los 18 años de edad, se formen “en el respeto al arte y se cree un ambiente cuidado que entendemos que además favorece el proceso de enseñanza para alcanzar grandes éxitos académicos. Este es un centro muy vivo, del que los chicos y chicas salen muy preparados. Siempre trasladamos a los padres la idea de que vamos a intentar que cada alumno desarrolle su potencial al máximo al tiempo que sepa que todos somos diferentes y nos tenemos que respetar. Una formación integral para que nuestros hijos sean ciudadanos responsables, aprendan a convivir, a respetar. Algo que aquí cuidamos muchísimo”.
Formación literaria, artística, ciudadana, en valores democráticos, de respeto al otro y a la diversidad, se dan así la mano gracias a la “extraordinaria” labor de sus 93 profesores, en su mayoría estabilizados en plantilla, y a unas instalaciones que pese a sus 40 años de historia se encuentran muy bien conservadas gracias a las tareas de mantenimiento y las reformas periódicas.
“El año pasado se renovó la cubierta de todo el centro, que sufría goteras y necesitaba de una reforma integral, y tenemos la suerte de contar con unas instalaciones muy espaciosas, porque en sus orígenes era un instituto mixto con dos alas simétricas, lo que hace que todos los espacios específicos estén duplicados: tenemos dos grandes gimnasios, dos laboratorios de ciencias y de física y química, dos aulas de música…”
Morillas destaca, además, el enorme patio en el que los alumnos pueden tomar el aire, pasear, hacer deporte en las canchas deportivas e, incluso, formarse en simulaciones de rescate con coches y camiones de bomberos dentro de los estudios de Formación Profesional (FP), donde el IES Fernando Zóbel es centro referente en emergencias sanitarias de Cuenca y de Castilla-La Mancha.
En concreto, desde hace varios años imparte el ciclo de Grado Medio de Emergencias Sanitarias y durante el presente curso ha empezado a impartirse el de Emergencias y Protección Civil. Cuenta además con autorización para ofrecer, a partir del 2019/2020, el Grado Superior de Coordinación en Emergencias y Protección Civil.
En este IES sobresale, asimismo, su participación, desde el curso 2012/13, en el programa de enseñanza bilingüe, que es optativo, de modo que quienes lo deseen pueden cursar dos asignaturas en inglés en cada curso de la ESO si aceptan el reto de realizar este esfuerzo adicional.
El instituto destaca asimismo por los éxitos que sus alumnos obtienen en los más diversos certámenes, como este año han sido los casos de Miguel López, alumno de cuarto de la ESO ganador en la Olimpiada Matemática; Jesús Sanz Rolanía, de segundo, finalista del Concurso de Coca-Cola Jóvenes Talentos; o Lidia de la Fuente, de primero de Bachillerato, segunda clasificada en el certamen “Carta a un militar español”.
“Todos los años tenemos algún premiado”, subraya la directora del IES, que también destaca los buenos resultados que los alumnos obtienen en la denominada Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU) y la apuesta que la gran mayoría de ellos hace por cursar estudios superiores, una etapa universitaria en la que, como en el resto de su vida, tendrán muy presente su paso por el Fernando Zóbel.
