Huir de la guerra de Ucrania, un año después
Cuando se cumple un año del inicio de la guerra de Ucrania, 505 personas ucranianas, de las que 203 son menores, han solicitado protección temporal en nuestra ciudad, según datos ofrecidos por la Subdelegación del Gobierno en Cuenca a 31 de enero de 2023, un instrumento que les garantiza refugio inmediato además de una autorización administrativa para trabajar, entre otras cuestiones.
Y es que, lo más importante para estas personas es “empezar una nueva vida lo antes posible”, tal y como cuenta Liliia Sanina, una de las decenas de mujeres ucranianas que llegaron a la capital conquense el pasado año. En su caso, pudo viajar junto a su marido Serjio Sanin y su hijo Serjio de tres años y medio.
Su vida desde entonces no ha sido nada fácil porque al llegar a Cuenca tuvieron que hacer frente a diferentes retos como aprender un idioma nuevo, buscar una vivienda e intentar encontrar un empleo, a lo que se une velar por la seguridad y el bienestar de su pequeño porque “es lo más importante que tenemos”, dice al tiempo que rememora cómo engañaba al pequeño durante los primeros bombardeos: “Le decía que era granizo, que había tormenta”. Recuerdos que durante los primeros días en la capital conquense pasaron factura al niño pues “tenía pesadillas y cuando veía un helicóptero sentía miedo y quería ir a un refugio cuanto antes”, apostilla.
Todo ha dado un giro de 180 grados para ellos pues Liliia era maestra de Infantil en Ucrania y su marido trabajaba en una fábrica. Sin embargo, en este último año, el hombre ha cursado dos grados de Formación Profesional para intentar acceder al mundo laboral y comenzar a ser independientes económicamente ya que, por ahora, necesitan del apoyo de Cruz Roja Cuenca.
No se plantean la posibilidad de volver a su país en un futuro cercano porque las noticias que reciben de amigos y familiares que continúan viviendo en Mariupol –su ciudad de origen– no son nada halagüeñas: “El edificio de pisos en el que vivíamos está completamente destruido, las calles, los parques... no queda nada. Las empresas están paradas, no hay dinero, no hay trabajo”, explica.
Por ello, han decidido sacar fuerzas de flaqueza y construir una nueva vida en Cuenca. Aquí no tienen a su familia cerca pero sí han podido hacer amigos españoles y ucranianos en los que apoyarse para afrontar el presente y olvidar el pasado cuanto antes, aunque como imaginarán no está siendo una tarea fácil.
Eso sí, a falta de pocos días para que se cumpla un año del inicio de la guerra, Liliia y su familia siguen manteniendo la esperanza de que “este conflicto sin sentido acabe cuanto antes” y espera que sus compatriotas “sean fuertes y luchen por su país”. Para los españoles, por otro lado, solo tienen palabras de agradecimiento porque “son fantásticos, tienen gran capacidad de ayudar y es imposible sentirnos mejor aquí”, concluye.
Las entidades humanitarias locales, comprometidas con los refugiadosTanto organizaciones humanitarias como personas a nivel particular se han volcado este último año en ayudar a los refugiados ucranianos con el objetivo de favorecer su inclusión en la capital conquense.
Un ejemplo de ello es Cruz Roja Cuenca que en los últimos doce meses ha atendido a 414 refugiados ucranianos en total. Para ello, ha movilizado a medio centenar de voluntarios y voluntarias que han ayudado a estas personas a afrontar su situación mediante labores de acompañamiento, traducción, clases de castellano o sesiones de apoyo psicosocial y emocional.
Y es que, los recién llegados recurrieron y recurren actualmente a entidades como esta en busca de información para poner en orden su documentación y solicitar la protección temporal primordialmente. Una tarea que Cruz Roja Cuenca ha llevado a cabo en coordinación con las diferentes administraciones locales, provinciales y regionales con el objetivo de favorecer su integración a la mayor brevedad posible.
Además, 97 de los 414 ucranianos que han llegado a Cuenca fueron derivados a un alojamiento de emergencia, que se puso en marcha en mayo de 2022, para facilitarles alojamiento, manutención, el aprendizaje de castellano y apoyarles en la búsqueda de empleo. El resto, 317 personas, han recibido ayudas puntuales de Cruz Roja Cuenca ya que sí contaban con apoyo de familia o amigos en la capital conquense y solo ha sido necesario cubrir necesidades en momentos puntuales.
Les han facilitado alojamiento en Cuenca, manutención, clases de castellano y sesiones de apoyo psicosocial y emocional
CÁRITAS CUENCA
Cáritas Cuenca, en su caso, ha atendido a cerca de 200 personas ucranianas a las que también ha proporcionado clases de castellano, alojamiento y ayudas económicas para fomentar, poco a poco, su independencia.
Por otro lado, cabe señalar que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones actualiza diariamente su portal web en el que ya se ha contabilizado la llegada de 90.563 personas ucranianas a España. De ellos, el 44 por ciento ha llegado en avión, el 30% en coche, el 22% en autobús y el 4% en tren, datos que tal y como han señalado desde el Ministerio a Las Noticias de Cuenca son extrapolables a la provincia de Cuenca.
Además, cabe señalar que la mayoría de estas personas son mujeres, como también ha confirmado Cruz Roja Cuenca, y el rango de edad más común oscila entre los 18 y los 34 años. Sin embargo, en el caso de los hombres el perfil más común tiene entre 0 y 17 años ya que los mayores de edad no pueden abandonar el país por la ley marcial, que les obliga a permanecer allí.