Agotadas. Así están las reservas para la celebración de comuniones en los establecimientos hosteleros de Cuenca, que ven en esta campaña la salvación de la economía tras las restricciones de aforo de los últimos meses y el consecuente descenso de facturación.
Las primeras llegaban este fin de semana pero el núcleo fuerte de celebraciones se concentrará los días 15, 16, 22 y 23 de mayo. Sin embargo, “tal y como ocurría en 2020 se prolongarán hasta el mes de septiembre”, aseguran desde el restaurante Recreo Peral.
En cuanto al precio, tanto Nacho Villanueva, propietario del Recreo Peral, como Antonio Cañamares, regente de La Casita de Cabrejas, coinciden en que el gasto medio por cubierto de adulto oscila los 50 euros y el de niño baja hasta los treinta.
Eso sí, la organización de estas celebraciones se verá marcada por las medidas de nivel 2 que afectan al conjunto regional y ambos establecimientos hosteleros tienen todo listo para garantizar la seguridad de los invitados.
En este sentido, los conquenses han optado por hacer comuniones pequeñas con entre 12 y 30 invitados como máximo, según apuntan los restaurantes. Además, siempre que sea posible y las condiciones meteorológicas lo permitan, se celebrán en exterior, aunque ambos cuentan con amplios salones en los que las distancias de seguridad y aforo estarían garantizados ante cualquier imprevisto.
En la misma línea, han eliminado los platos y entrantes al centro, tanto en el cóctel como durante el servicio de comida. Por otro lado, la barra libre se hará con los invitados sentados y “la intención es alargar la sobremesa”, explica Antonio Cañamares.
Al hilo, los servicios más demandados para este tipo de eventos son los castillos hinchables y la mesa de chuches pues los niños y niñas son los protagonistas. Por ahora, la instalación del primero está totalmente descartado; sin embargo, se han tomado eso de ‘renovarse o morir’ al pie de la letra y ofrecerán nuevas alternativas.
Por su parte, en el restaurante Recreo Peral contarán con monitores que harán juegos con los niños y además les pintarán la cara y se podrán disfrazar para pasar una tarde agradable en familia. En su caso, La Casita de Cabrejas hará ejercicios de tiro con arco, escalada y tirolina al aire libre.
En referencia al candy bar en Recreo Peral han optado por personalizarlos al máximo y hacer packs individuales con chuches, pero en La Casita son los propios clientes quienes deben llevar los diferentes dulces empaquetados y listos para regalar a los invitados.
En ambos casos, cuentan con comuniones que fueron aplazadas en 2020 a causa de la pandemia y con el calendario plagado de reservas ven en la temporada de comuniones la salvación de la economía, aunque están alerta por si las medidas se endurecen y tienen que hacer cambios, pero esperan que este año no ocurra como el anterior y todo vaya sobre ruedas.
